antroposcopio

Oteando ideas, actitudes y comportamientos

Categoría: Entusiastas

 


Seguramente hay cosas que me pierdo, que no entiendo y que no puedo valorar con distancia y escepticismo. Pero hay algo intelectual y políticamente hipnótico en Varoufakis: una realidad que no le desmiente, una explicación que encaja, una utopia al alcance, una idea fuerte, honestidad en su defensa y, sobre todo, entusiasmo en su divulgación. Todo ello incluyendo el mantenimiento de la mayor parte del statu quo. Sin revoluciones, sin tábulas rasas, sin nacionalismo y con la razón. Acérquense al manifiesto DiEM25 y a esta TED Talk.

El sistema financiero del futuro

Kiva es una ONG atípica. Una ONG que hace esto:

Ayuda a la financiación de proyectos personales en personas sin medios y sin posibilidad de ser avalados. Hace de intermediaria entre el prestamista y el solicitante. Osea, hace de banco, pero sin animo de lucro ni metodología especulativa. Y lo que consigue es empoderar a esa gente y, por extensión, a sus comunidades. Lo que consigue es bellisimo intelectualmente…. y visualmente:

No descubriré yo el crowdfunding, pero viendo esa tupida red global y sus potencialidades pienso… ¿y si ese fuera el sistema financiero del futuro? No se si sería mas eficaz. Ni siquiera si justo pero, como mínimo, sería mas resiliente que el actual.

Exit through the gift shop

It may be interpreted as a reflexion about art itself…

… or imposture…

…or friendship…

…or mental illness…

…or values.

We may think that it is about dishonest bussiness, either cloth(es) or canvas…

…or uncovered fraud…

…or envy…

…or vanity…

But it really is a movie about passion…

…or obssession…

Whatever.

You gotta «Exit Through the Gift Shop«.

Hacer de la necesidad virtud… Sobre un páncreas robótico y un «trailblazer Dad»

Un páncreas robótico

Jeffrey Brewer estaba en la cima de una puntocom cuando las puntocom estaban en la cima. Era el presidente del consejo de administración de GoTo.com y, por tanto, rico de remate. Despues de ganar todo lo que pudo embarcó a su mujer y dos hijos a Australia para tomarse unas vacaciones de un año. Era Septiembre de 2001 en EEUU. A la vuelta su hijo estaba extraordinariamente sediento. Osea, diabético, tipo 1. Osea unos cuantos pinchazos al día, cada día, a sus siete años.

Los padres tuvieron que aprender el arcaico algoritmo que todos sabemos y (todavía) no nos cuestionamos. Tanto de glicemia, tanto de insulina. Pero el Sr Brewer, en la cima de una empresa de tecnología, no se podía creer que no hubiera máquinas que hicieran eso mismo de mejor y más automática manera. Decidió en ese momento que su objetivo siguiente sería desarrollar un páncreas perfectamente autoregulado automáticamente para su hijo (y de paso, para el resto de diabéticos).

Y se puso a ello. Topó con la Ciencia, suma de método, legislación, burocracia y revisores. Demasiada lentitud para un padre Nasdaq. Un mes después del diagnóstico empezó a jalear en los congresos, en 2004 a dirigir la Juvenile Diabetes Research Foundation, hasta entonces enfrascada en encontrar una cura, no una solución técnica. En 2005 el consejo de la fundación aceptó cambiar la línea que había mantenido desde los años 70 para pensar en una solución técnica. Nueve meses y un millón de euros después presentó su plan al consejo: El Artificial Pancreas Project.

Y 2 años y medio despues, los resultados. Primero los pilotos en 2008, después el pasaporte definitivo a la generalización de su uso. Ya sólo queda la FDA y objetivo cumplido.

Independientemente de que sea ambicioso o entusiasta, con sus respectivas connotaciones, aunque fuera por necesidad. No todos sabemos hacer de la necesidad virtud.

Y alguien me dirá que no todos tenemos un millón de euros…Pues la que viene tampoco:

Un trailbalzer Dad

Beatrice, la hija (qué tendrán los hijos) de Hugh Rienhoff tiene una rara enfermedad a la que nadie había podido poner nombre y gen (paso necesario para buscar una terapia). Hugh es genetista, hizo su residencia en Johns Hopkins, que no es cualquier hospital, donde tuvo a Victor McKusick, creador de OMIM, como mentor. Luego se pasó a la privada, llegando a fundar una empresa llamada DNA Sciences. Ha hecho sus pinitos en Pubmed tambien, incluyendo su propia historia como emprendedor biotecnólogo pero últimamente dedicado al escrutinio de los trabajos genéticos publicados en el NEJM, escribiendo varias cartas al director. Pero todo esto, siendo relativamente extraordinario no es por lo que está aquí.

Reinhoff se quedó con la mosca detrás de la oreja, después de que Beatrice fuese diagnosticada de síndrome de Loeys–Dietz y la genética resultara negativa. Se puso a buscar cuánto valía una máquina de PCR y consiguió una de segunda mano por $750. Necesitaba reactivos para la máquina pero las compañías de biotecnología se negaban a servirle a un consumidor privado, por lo que se inventó que su casa era la sede del «Institute for Future Study» y empezaron a servirle sin problemas. Se puso a secuenciar genes candidatos con la ayuda de Alan Beggs del Children’s Hospital de Boston, que por las características de la enfermedad de Beatrice intentaba intuir qué proteínas podrían estar alteradas y no ha parado desde entonces. Ha sido portada de Nature, es el pionero y mejor representante del movimiento «biotech DIY movement» (algo así como movimiento brico-biotech) y gracias a ello ha conseguido lo que él llama la «volunteer guerilla genomics».

Este mes es noticia porque ha conseguido (aunque todavía es prudente al respecto) el gen que su hija tiene mutado. El CPNE1 parece el responsable aunque están todavía pendientes los resultados de transcriptómica y proteómica para corroborarlo. De todas formas, si no es éste, finalmente encontrará el que sea.

Por si fuera poco, además, bien arriba en la pirámide del compromiso, Rienhoff pone en marcha una web para ayudar a familias con su mismo problema, y donde, entre otras cosas, está la historia de su hija en formato tabular para facilitar la tarea a quien quiera intentar hacer algoritmos con ordenador que ayuden en la búsqueda del gen mutado de su hija.

Ya que el dinero no era el problema aquí, alguien me dirá que es que el Sr Rienhoff es genetista de formación…siempre habrá alguna excusa pero, al final, es un problema de voluntad.

Sexo al amanecer / Sex at Dawn

Hace ya año y medio, gracias a mi rotación de Neuropatología, descubrí un acogedor ático del Poble Sec donde llegué para aprender inglés pero donde el inglés, al final, fue la excusa para tomar una cerveza. Conocí dos de las personas mas interesantes que me he encontrado últimamente: Chris y Caci. Chris es un psicólogo de profesión que, un buen día, decidió dedicarse a viajar durante 10 años, y que, en la primera semana de aventura pudo continuar por el buen camino cuando todo parecía hacerle volver a casa y que, al final, estuvo 14 años viajando y viviendo: enlatar salmones en Alaska, enseñar inglés a las prostitutas de Bankok, casi morir en lo alto de una pirámide Maya, enseñar inglés a buena parte de los médicos de Barcelona…y ahora escribe un blog en el segundo portal de noticias más visitado en los USA después del NYTimes (The Huffington Post).

Caci es psiquiatra, mozambiqueña de nacimiento, hindú de origen, portuguesa de educación. Trabajó como única doctora de una población de 50000 personas en Mozambique, para la OMS, ayudándo a entender el por qué de la propagación del VIH y ahora como psiquitra aquí en Barcelona. Además puede jactarse de destrozar cualquier record de asistencia y rendimiento en el DIR.

Con ellos aprendí bastante mas que inglés. Para empezar Chris fue mi primer contacto con la mentalidad estadounidense. Creí haberme hecho una idea razonable para afrontar mis primeras relaciones a mi llegada, pero resultó que no se trataba de un americano muy típico. Le gustaba el «soccer», el uso experimental de los psicotropos y no se asustaba por los sistemas públicos de salud. Nada mas llegar encuentro en la estanteria «La insoportable levedad del ser» y «El gen egoista» y ya quedó claro que congeniar sería fácil. A partir de ahí casi no había que sacar tema de conversación para «practicar inglés». Se daba de forma natural. La conversación podía empezar con la psiconeuroinmunologia y acabar en Obama, podía polemizarse con visiones dispares sobre «el progreso» y apaciguarse con chimpancés y bonobos o con Messi. El placer de conversar con la confianza suficiente para que mi inglés no fuera un problema a mitad de argumentación.

Tuve la suerte, aunque fuera durante unos pocos meses y una vez o dos veces a la semana solamente, de compartir el proceso de culminación de un libro que llevaban 10 años pensando que, justo ahora sale a la venta: Sex at Dawn: Prehistoric Origins of Modern Sexuality. La experiencia con distintos tipos de sociedades en sus viajes, el background científico y la capacidad argumental hicieron que una idea fuera puesta en conocimiento de Harper-Collins y que éstos decidieran que estos dos desconocidos en la escena literaria pudieran dar el salto. Y así fue: Está en Amazon, pero está tambien en The Washington Post (por dos ocasiones), en Salon.com, en la revista Cosmo,en Dallas News, en uno de los blogs mas famosos de USA, el Daily Dish de Andrew Sullivan de The Atlantic, en Philadelphia Inquirer, en la TV, en Marie Claire, en PopMatters, en Science and Religion… pero a mí me llegó al alma el reportaje para SEED, la mejor revista (para mí, ver links a la derecha) de divulgación y referencia en ciencia, tecnologia y diseño. Y no sólo son interesantes las entrevistas o las críticas. Hay algunos comentarios de los lectores de los artículos y de foros que son dignos de leer.

Mi libro está llegando a través del «veloz» «standard international shipping» de Amazon (junto a «The Greatest Show on Earth» y «The God Delusion«), osea, que no lo he leido todavía, pero leyendo las críticas (todas buenas, por cierto) y habiendo vivido la estrategia, estoy convencido de que, no sólo (y fundamentalmente) será riguroso, sino tambien provocativo y divertido. Dan Savage, un conocido escritor y «consejero sexual» ha dicho de él:

Sex At Dawn is the single most important book about human sexuality since Alfred Kinsey unleashed Sexual Behavior in the Human Male on the American public in 1948. Want to understand why men married to supermodels cheat? Why so many marriages are sexless? Why paternity tests often reveal that the guy whose name is on the birth certificate isn’t the kid’s biological father? Go and buy a copy of Sex At Dawn. Anyone who’s ever struggled with monogamy—which, if people were honest, would be everyone—needs to read this book. Go get your hands on a copy now.

Por ahora sólo está en inglés pero, por si hay algún perezoso, que sepáis que será traducido al castellano, catalán entre otros varios idiomas.

Por el trabajo que hay detrás y el éxito que tendrán pero sobre todo, por el entusiasmo, la ganas y la satisfacción de ver materializada su idea, mis felicidades a Caci y Chris. Y gracias porque ahora, como dicen los Doors,  People ARE Strange

Activismo cientifico

No creo que descubra nada alabando las virtudes de la red como herramienta de colaboración, cohesión y organización. Aproxima e interconecta a la gente en milisegundos. Bien lo saben google y facebook y buen partido le han sacado. Pero precisamente la virtud de aproximar, que la hacía democrática, distribuida y libre y que le proporcionaba al individuo herramientas con las que él solito influir, hacerse nodo en la red, ha derivado en la recentralización en torno a grandes corporaciones y ha confinado al activismo a un simple click…»Me gusta». Millones de blogs han muerto, y con ellos la riqueza de la red. Y las grandes corporaciones se congratulan (como si los medios tradicionales fueran la perfección objetiva). Lo bueno es que, aunque ahora estemos pasivos, tenemos las herramientas para organizarnos, rebelarnos e, incluso, desaparecer también con un simple click.

Pues bien, sin salir de esa dinámica del activismo pasivo, al menos se puede contribuir, en este caso, al progreso científico. Básicamente se trata de dejarle un pedacito de la memoria de tu ordenador a un programita que se instala sólo para que sea utilizado automáticamente por unos servidores cuando el ordenador no tenga que hacer otras tareas. Esos servidores «organizan» múltiples ordenadores de diferentes lugares para que lleven a cabo una tarea que requiere que se procesen enormes cantidades de datos… Hay tareas de todos los tipos, cada quien puede elegir la que más le guste, desde buscar (predecir) moléculas que interfieran en la agregación del amiloide, hasta el docking ciudadano , pasando por la fusión, o simulaciones sobre materiales magnéticos. Y esto sólo en los proyectos que se hacen en nuestro país a través de Ibercivis, que yo sepa la única plataforma de computación ciudadana en España. Los pioneros (y desarrolladores del software) están en Berkeley, los resultados en Pubmed:

Osea, que sin salir de la dinámica pasiva de los libros de caras, con el necesario click para instalar el programa, se puede ser activista. En este caso científico.

Para los motivados que quieran saber más, una vuelta por Grid Cafe. Para los pasivos, un vídeo de 2 minutos:

Que pensarán…

… Torres y Gerrard siendo «Unstoppables»

David y sus nudos contiguos cuando hago «copy/paste» de sus ideas…

… U2 al minuto y veiticinco segundos exactos de canción

Gistau y Espada cuando acabo y me quito el sombrero por el periodismo…

Carlos y los demás cuando SUBRAYO frases que me excitan…

… Pastora cuando canto a gritos por la calle sin que me oiga nadie porque tu y yo también estamos a 1000 km

i have to say this in spanish, i’m sorry…

Mira hacia atrás, sin sorpresa, como si siempre hubiera estado seguro de que así sería. Hacia abajo ahora, por un instante piensa que no lo merece, que le queda grande. Sube de tres saltos, salvando el escollo (caer es no volver a ganar ningún otro). Y hacia abajo (de nuevo), se frota las manos, se le ha notado. Está ahí de prestado. Duda: besos o ¿reverencia?. Reverencia. Al frente, sonríe. Wow. No fija la mirada, pero no vuelve a bajar la cabeza. Mira al «cast» pero enfocando al autocue de su cabeza, y coge el trofeo con fuerza. Thank you, demasiado rudo, respetuoso pero increible. Y huye, del público y, tierno, se refugia en su madre. Ya no tiene que desviar la mirada, con ella y en su lengua, está seguro. Y, a falta de segundos y en el regazo, crece. Agarra la recompensa, mamá, los cómicos, dignidad, orgullo y España. Toda la épica a relucir, chin pun. Reverencia y sonrisa de oreja a oreja. Y el rabo. Por la puerta grande.

Fuera de casa el campo es mas pequeño pero si el balón llega, aunque sea a media altura, chilena. Y gol.

Bardem, triunfador:

deUgarte.com

El ideólogo de la desarmada revuelta cívica, de la descentralización. Nudo en el tejido. El despertador para asumir el papel propio.

El de «El poder de las Redes» :

Que estamos en un tiempo de cambios y que esos cambios tienen que ver de alguna manera con las “redes sociales” es ya una idea común, extendida y repetida hasta el cansancio. Sin embargo nadie parece tener muy claro qué son esas famosas redes y sobre todo qué tienen de nuevo. A fin de cuentas, si de las redes que hablamos son las que forman las personas al relacionarse unas con otras, la sociedad siempre fue una red. Y si hablamos de movimientos de activistas también estuvieron siempre ahí, relacionándose unos con otros en una especie de universo hiperactivo y paralelo.

Hay sin embargo dos elementos nuevos que todo el mundo entiende intuitivamente relacionados con esta cuestión. Por un lado Internet y su consecuencia más directa: la eclosión de una nueva esfera de relación social que pone en contacto a millones de personas cada día. Por otro la aparición en los últimos años de una amplia literatura sobre redes aplicada a todos los campos, desde la Física o la Biología hasta la Economía, con toda su inevitable secuela de libros de divulgación, aplicaciones al marketing y juegos publicitarios.

Y luego está toda una serie de movimientos que van desde la revolución hasta la protesta cívica, pasando por una nueva suerte de sofisticadas algaradas que nadie sabe clasificar muy bien y que llenan páginas en los periódicos. Saltaron a la luz pública cuando en el año 2000 una multitud tomó las calles de Manila para pedir la dimisión del presidente Estrada. Los medios destacaron entonces la ausencia de convocantes y cómo las organizaciones políticas y sindicales se vieron arrastradas a seguir a la gente en vez de dirigirla. Pero aquello estaba lejos de nuestra vieja Europa y tampoco le hicimos demasiado caso, tan sólo el suficiente como para que muchos de los miles de protagonistas de las movilizaciones del 13 de marzo de 2004 en España supieran hasta qué punto podían impulsar un cambio decisivo. Fue “la noche de los teléfonos móviles” y, aunque todavía se discute hasta qué punto pudo influir en el resultado electoral del día siguiente, nadie puede negar que supuso un momento de radical novedad en la Historia española. En un librito publicado en la red unos meses antes, el economista Juan Urrutia había vaticinado la inminencia de este tipo de movilizaciones y aportado las claves metodológicas para entenderlas. Las bautizó también como “ciberturbas”.

Un año y medio después, en noviembre de 2005, la policía francesa confesaba su impotencia para contener la revuelta de los arrabales aduciendo la velocidad a la que los revoltosos ganaban técnicas y experiencias de verdadera “guerrilla urbana”. Bajo todo aquello, una vez más, una red social en eclosión alimentada por cientos de personas que se coordinaban mediante teléfonos móviles y publicaban blogs. Durante aquellas semanas la noche era de los móviles, el día de los blogs.

Algunos apuntan a la aparición de un nuevo y misterioso sujeto colectivo. Howard Rheingold lo llamó las “multitudes inteligentes”. En este libro no nos acercaremos a ellas como si formaran parte de un mismo movimiento, con objetivos más o menos comunes, sino como síntomas de una nueva forma de organización y comunicación social que poco a poco va tomando fuerza… y con la que se pueden defender ideas muy diferentes, cuando no opuestas. Movilizaciones informativas como las que condujeron al “macrobotellón” de la primavera de 2006 o el descrédito popular de Dan Brown en España entrarían también en este hit parade de ciberturbas que revelan que algo está cambiando.

Manual para ciberactivistas

Y, sobre todo, de la enredadera:

Hemos visto cómo ese uso radical de la propiedad y las herramientas de mercado tienden a disolver o negar instituciones como el estado nacional o la empresa, teóricamente sólo justificables como violaciones de partida de los modelos de competencia libre y perfecta. Configurando nuevos espacios diversos y reticulares, nuevos escenarios urbanos y profundos cambios en la cotidianeidad.

Apenas nos queda dibujar el orden moral del nuevo mundo red. Pero sabemos que todo lo que dibujemos ahora no será sino una aproximación al momento más que a la tendencia, un tal como somos sin gran detalle, pues los modelos como la investigación universitaria sólo prefigurarán el futuro de un modo parecido a como el monasterio medieval prefiguró la sociedad industrial.

Sabemos que el nuevo mundo no valorará el éxito individual sobre la renta, sino sobre la capacidad de influencia y la difusión en las redes. Incluso podemos intuir que valorará más la calidad que el número de la audiencia.

Sabemos que el reconocimiento sustituye en nuestro mundo a la riqueza monetaria en la consideración de las personas, pero también que el mismo concepto identitario de individuo hace aguas. Ya no nos definimos obsesivamente sobre una jerarquía de identidades que parten del yo único hacia el nosotros nacional constreñido gracias a un ellos diferente y adverso.

Somos muchos yoes saltando como caballos de ajedrez por un damero en red, huyendo de toda forma de coherción grupal, disfrutando de nuestra propia diversidad de objetivos (esos chicos listos pero dispersos que retrataban nuestros profesores) y capitalizando en reconocimiento nuestras diferencias.

Somos hijos de un mundo red, de Internet y la caida del muro de Berlín, de la ironía frente a lo político y el rechazo a la obsesividad productiva del tiempo ordenado a látigo y reloj. Valoramos en todo terreno, más el flujo que el stock, la relación que el contrato, lo que provee el contacto más que lo que asegura la propiedad formal. Desradicados, tenemos patitas en todos los mundos, pero raices en ninguno. Tal como somos: como una enredadera y no como un árbol.

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