antroposcopio

Oteando ideas, actitudes y comportamientos

Categoría: Fábulas y Parábolas

El mundo de Black Mirror ya está aquí…

El mundo evoluciona generalmente a mejor, pero no siempre… La prueba más clara es cómo vive el fan del siglo XXI los conciertos de sus grupos favoritos. Hablamos de concierto, pero podríamos hablar de las fiestas patronales, de los eventos deportivos, de eventos reinvindicativos… Y el cómo los vive espontáneamente, sin presión externa, es, exactamente, como nunca habría imaginado Orwell: con una cámara en la mano, constantemente.

Hay millones de ejemplos, pero a veces ponerlos gráficamente, da una idea de la magnitud del desastre:

 

Cómo se vive una de las canciones más emblemáticas de uno de los grupos que más pasiones mueve en uno de los recintos más grandes para este tipo de conciertos que se puede encontrar en España. El mejor riff de bajo de la década y uno de los mejores inicios de canción de rock destrozados por un público distópico:

Hysteria, Muse. Estadi Olimpic de Montjuic (Barcelona). 2013.

 

Cómo se vivía en concierto la misma canción hace 9 años, cuando se popularizó:

Cómo se vivía una canción con un comienzo similar en un concierto de un grupo de características similares hace, tan solo, 12 años:

Where the streets have no name, U2. Slane castle. Slane. Irlanda

 

En Black Mirror dicen que enseñan el presente, no un futuro distópico. Absolutamente cierto.

Lastre del siglo XX que soltar (2): el Estado-Nacion. (O de la necesidad de un nuevo relato para cambiar la historia)

Cuando uno se queda sin los circuitos cerebrales que aseguran la memoria, como en la psicosis de Korsakoff, no sólo pierde la capacidad de retener eventos sino que pierde los hitos que guían el relato interno. La característica fundamental de dicha psicosis es la fabulación: los pacientes inventan una historia falsa pero que une de forma coherente unos elementos dados que pueden no tener relación entre sí. Generan un relato ficticio que una los puntos relevantes de la historia interna. El cerebro no lanza pantallazos azules o errores de sintaxis, simplemente inventa líneas que permitan seguir ejecutando código. Como dice Roger Highfield en Edge a cuenta de la necesidad de un relato en la ciencia:

Hay una predilección humana por hacer narrativas de cualquier cosa que nos rodee, a ver una agencia en las oscuras sombras y mensajes en las estrellas. Con estas pautas podemos encontrar héroes también. Las historias que crean héroes son importantes porque pavimentan reputaciones, vitales para la evolución de la cooperación, mediante un mecanismo llamado reciprocidad indirecta.

La memoria no es un registro de todos los eventos que nos suceden. Es sólo el registro de todos los eventos emocionalmente relevantes. Esos eventos son los hitos en el camino, las entradas en el timeline, los elementos clave de la historia. Pero el hilo que los une, el camino que los recorre no queda registrado y, por tanto, es susceptible a la fabulación, a la ficción y, ojo, a la manipulación. Cuantos más hitos relevantes queden registrados más fidedigno será el relato, la narración, a lo acontecido realmente. El registro de los hitos dependerá de tres cosas: de lo emocionalmente relevantes que sean los eventos que llevan al registro de un hito, del tipo de connotación emocional (positiva o negativa) a la que se haya asociado el evento y del tiempo que haya pasado desde su acontecimiento. El relato, es decir, la conexión entre hitos y su contexto, dependen de dos cosas a priori: de los prejuicios y de los intereses del narrador, y ambos, a su vez, dependen de la experiencia previa, de los hitos ya registrados. En definitiva, el relato biográfico, histórico, político e incluso el científico, están muy condicionados por las emociones del narrador. El gran valor que aporta el método científico para evitar los sesgos de la emoción es que el relato se ha de ceñir a unos métodos y las conclusiones a los resultados. De esa forma, aunque no se demuestre experimentalmente cada paso, cada mecanismo, se garantiza un alto nivel de veracidad en dichas conclusiones, incluso cuando se especula.

En los últimos tiempos, especialmente en Las Indias, pero en otros muchos lugares y a cuenta de diferentes temas (del nacionalismo a la crisis) he visto muchos textos destacando la importancia de elaborar un relato como paso fundamental en el cambio (o refuerzo) de un paradigma. La idea fundamental es que la consecución de logros, particularmente, logros comunitarios depende de la cohesión de la comunidad que los ha de llevar a cabo y la cohesión depende de que dicha comunidad sea una comunidad que comparte motivaciones, intereses y objetivos. Compartir todo eso implica un bagaje emocional común que incluye experiencias emocionalmente relevantes (hitos) comunes y un relato que de cohesión a esos hitos. No sólo eso, puede que también sean imprescindibles actos comunitarios que ayuden a consolidar, transmitir y perpetuar ese relato. Es decir, seguramente son tambien imprescindibles los mitos y los rituales. En resumen, la comunidad real necesita de una religio (en oposición a una superstitio).

La narrativa política estándar se basa en la lógica del Estado-Nación. Los análisis, las estadísticas, los marcos legales, las soluciones… prácticamente todo lo que articula la vida comunitaria se basa en una comunidad imaginaria (dentro de la cual puede haber identidades diversas, clases sociales alejadas, etnias, religiones y creencias dispares y, lo que es peor, objetivos divergentes) que es la Nación. El conjunto de normas y relaciones dentro de los elementos de esa comunidad imaginada configuran el Estado. Pero en una sociedad como la actual, extremadamente plural, versátil y nómada, la lógica del Estado-Nación se agrieta, hace aguas. Por varias razones que en Las Indias aglutinan bajo el término «descomposición«, pero de las cuales destacaría dos:

  • Por un lado por un problema de escala. El Estado-Nación es un mastodonte de dificil manejo, rígido hasta la exasperación y lento en sus resultados, lo que contrasta con la velocidad a la que se mueven las periferias del sistema, en cualquier sentido. Esta misma razón de escala es la que hace del Estado-Nación el objetivo idóneo de los capturadores de rentas y, por tanto, de que los objetivos de dicho Estado-Nación en no pocas ocasiones sean directamente contrarios a los objetivos de sus ciudadanos, integrantes teóricos de dicho tipo de comunidad.
  • Por otro lado por un problema de concepto. El Estado-Nacion está determinado por un contexto histórico en el que los hitos, el relato, son impuestos, no propios. Lo que sucediera en Trafalgar o en la Guerra de Sucesión Española es algo que poco tiene que ver con mis afectos, mi comunidad de pares, mis seres queridos o mis objetivos vitales. Sin embargo todo el relato público y, lo que es peor, la legislación derivada, se articula teniendo como base a una comunidad imaginaria configurada en torno a un relato que, en su mayor parte es ajeno a los ciudadanos de a pie. Al final, como sugiere Hobsbawm, y como parece que va calando, por fin, incluso en la izquierda tradicional,el Estado-Nación no es nada más que el relato de las élites. Sean éstas la Casa de Habsburgo, la Iglesia Católica o el Partido Comunista Chino. El relato sólo refleja el juego de tronos, no la marea de fondo. Pero el poder del relato es tan enorme que cuando quienes no forman parte de esas élites hacen propio el relato y asumen los supuestos de dichas élites, pueden llegar a enorgullecerse de morir por esas élites.

De ahí que la idea de acabar con el Estado-Nación no tenga como objetivo promover otros Estados-Nacion, sino destruir el relato actual en favor de uno que de consistencia interna a los afectos, anhelos, objetivos y relaciones de nuestras comunidades reales (seguramente pertenecemos a varias simultáneamente). Y nuestra comunidad real pueden ser nuestros familiares, nuestros vecinos, nuestros pacientes, nuestros compañeros de trabajo…la gente a la que influenciamos y que nos influencia de forma directa y clara. Cada comunidad, en función de aquello que comparta, tendrá su relato, sus mitos y rituales, sus sitios de reunión, sus compromisos, sus obligaciones y derechos dentro de esa comunidad…  Es decir, todo ha de ser articulado en torno a un sistema normativo, legal y administrativo que se adapte bien a la existencia de relatos diversos, organizados de forma estratificada: el confederalismo asimétrico.

Mientras sigamos aceptando la lógica del Estado-Nación, aceptamos, de forma implícita o explícita, los principios de nacionalidad (en vez del de ciudadania) en nuestros prejuicios respecto a la inmigración, estaremos aceptando la lógica de los aranceles que protegen a «nuestras» empresas y que hunden a los productores emergentes, estaremos avalando o simpatizando con reivindicaciones territoriales que nada tienen que ver con nuestras vidas, aceptaremos injerencias constantes en nuestra intimidad en pro de una seguridad nacional, estaremos asumiendo imposiciones ideológicas inausmibles en la educación de nuestros hijos y así hasta el infinito…

En resumen, en los mundos que vienen, es fundamental tomar el control del relato frente a una narrativa global estándar basada en un relato propio de las élites que gira en torno al mayor lastre para la nueva transición, la idea de Estado-Nación. Infinitos relatos superpuestos y basados en hitos emocionalmente relevantes para las comunidades reales, no para las imaginarias.

Diadas y mitos

Un buen dia para postear el bando de Rafael Casanova a la ciudad de Barcelona el 11 de Septiembre de 1974. Casanova, icono del independentismo, es hoy homenajeado por su lucha en defensa de «Cataluña», palabra que no aparece en su bando.

«Se hace saber a todos generalmente, de parte de los tres Excelentísimos Comunes, considerando el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y oficiales de guerra, que separadamente están impidiendo que los enemigos se internen en la ciudad; atendiendo que la deplorable infelicidad de esta ciudad, en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España, está expuesta al último extremo de someterse a una entera esclavitud. Notifican, amonestan y exhortan, representando así a los padres de la Patria que se afligen de la desgracia irreparable que amenaza el favor e injusto encono de las armas franco-españolas, haciendo seria reflexión del estado en que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y Patria, están apostados ocupando todas las brechas, cortaduras, baluartes del Portal Nou, Sta. Clara, Llevant y Sta. Eulalia.
Se hace saber, que si luego, inmediatamente de oído el presente pregón, todos los naturales, habitantes y demás gentes hábiles para el ejercicio de las armas no se presentan en las plazas de Junqueras, Born y Plaza de Palacio, a fin de que unidos con todos los Señores que representan los Comunes, se pueda rechazar los enemigos, haciendo el último esfuerzo, esperando que Dios misericordioso, mejorará la suerte.

Se hace también saber, que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus cargos, explican, declaran y protestan los presentes, y dan testimonio a las generaciones venideras, de que han ejecutado las últimas exhortaciones y esfuerzos, quejándose de todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida Patria, y extermine todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero así y todo se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados, a fin de derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España.»

Y finalmente dicen y hacen saber, que si después de una hora de publicado el pregón, no comparezca gente suficiente para ejecutar la ideada empresa, es forzoso, preciso y necesario llamar y pedir capitulación a los enemigos, antes de llegar la noche, para no exponer a la más lamentable ruina de la Ciudad, para no exponerla a un saqueo general que profane los Santos Templos, y al sacrificio de niños, mujeres y a los religiosos. Y para que a todos sea generalmente notorio, que con voz alta, clara e inteligible sea publicado por todas las calles de la presente ciudad.

Dado en la casa de la Excelentísima Ciudad, residiendo en el Portal de S. Antonio, presentes los mencionados Excelentísimos Señores y personas asociadas, a 11 de Septiembre, a las 3 de la tarde, de 1714».

Via el Blog de Luis Fernandez

Pastafarismo

Cómo pude yo vivir hasta ahora declarándome agnóstico o ateo en función de la temperatura ambiental o de lo que hubiera comido ese día. Cómo pude, yo que presumo de otear ideas, actitudes y comportamientos, no avistar tan gran movimiento religioso. Cómo pude haberme comido tantas imágenes votivas del FSM sin haber sido tildado de iconoclasta, reformista, protestante o hereje. Con qué esperanza pude vivir yo en esta vida hasta ahora sin saber que en el cielo me esperan un volcán de cerveza y una fábrica de strippers. Como ha podido mi vida desarrollarse si las tablas de la ley de los «Prefiero que no…».
Cómo no habré caído antes en que la verdadera causa del cambio climático es la disminución en el número de piratas.
Gran Monstruo Espaguetti Volador, gracias por enviarme al profeta Manolo para, definitivamente, apostatar de la religión católica y convertirme a la única verdadera.El Pastafarismo.
Que se prepare ZP. Rouco-Varela y el Foro de la Familia serán lobbies minúsculos a nuestro lado. Saldremos silenciosos por la web millones de pastafaris a reivindicar la asignatura de Educación para la Pastafaria, el matrimonio de las pastas con los quesos o las carnes para hacer tortellinis, los botes de pasta dignos, el agua correctamente salada o un pesto público y gratuito. Esto acaba de comenzar.

El cuento de la identidad

Para que los des-radicados se consuelen,

para que los arraigados se conozcan

El cuento de la identidad, como no, por Arcadi Espada.

Fachas

A veces casi hay que pedir perdón por la mención.

Y es entonces cuando piensas que la masa es mas acrítica de lo que piensas. Siempre pensaste que eso es bueno, que la apelación a la inmediatez, al estómago, es la que hace que gane aquél que hace que la gente esté satisfecha. Ese es el bueno. Pero olvidamos que la gente se adapta a todo. Vamos, que en Corea del Norte no se suicidan masivamente. Y no estamos tan bien. No todos.

Sólo se pide un esfuerzo. Un esfuerzo de distanciamiento, de análisis ponderado. Aunque al final se llegue al rechazo de la idea, de la novedad. Todos somos conservadores…el nuevo en el trabajo, el erasmus, el compañero de clase recién llegado, juzgados y muertos al mínimo desliz. Y si no hay desliz nos fiaremos antes de la opinión del repetidor de curso. Mas vale malo conocido. Pero olvidamos que el repetidor ha visto un competidor, alguien que amenaza, precisamente, esa opinión que los demás todavía respetan, acatan o a la que, en el peor de los casos, se someten. El nuevo en el trabajo, el erasmus, el compañero recién llegado tienen que demostrar quienes son. Pero hay que tener coraje para decidirte a demostrar cuando te ha recibido el matón con una colleja de la que los demás se ríen.

Todos nos hemos reído de esas collejas. Pero quiero pensar que era porque era niño, que todavía iba a misa y que eran los reyes los que me dejaban los regalos. Quiero creer que antes creía y ahora pienso. Que de niño me sometía y ahora, al menos, critico. Y quiero pensar que la masa también puede hacerlo. Antes tenía la necesidad de la resignación a los medios impuestos. Hoy tiene la oportunidad de youtube y los blogs. La masa tiene hoy lo mas parecido a la libertad. Para buscar, elegir, rechazar, decidir. Para vivir. No para que vivan otros por tí.

Por ello no pido adhesión, sólo análisis, duda, rigor y esfuerzo intelectual antes de la emisión de un juicio. Sólo pido, si, madurez. Sólo pido ejercicio y respeto de la libertad. Sólo pido que el nuevo en el trabajo, el erasmus o el nuevo en clase, sean, al menos, escuchados, sin colleja inicial.

Sólo pido que, si divulgan a Ayaan Hirsi Ali, si leen a deUgarte, si participan del Transnational Radical Party, si reconocen a Juventudes Liberales y tienen ESTE discurso fundamental, no se les llame FACHAS. La mención, sí, eran C’s.

Para el que todavía no vive o sólo tiene hambre:

Para el que ya ha pasado la edad del pavo:

Ambiciosos vs entusiastas

El propósito fudamental de las reflexiones de este blog es, a priori, compartir y, sólo de paso, homenajear, a aquellas personas que se vuelcan, en cualquier ámbito de la vida que sea.

Los héroes clásicos lo eran en base a hazañas, que podían acontecer de manera casual o inevitable y que obtenían el homenaje fuera o no perseguido. La diferencia cualitativa entre un héroe o un anónimo era la magnitud del hecho materializado, independientemente de los pasos que se hubieran sucedido para su acontecimiento.

Los héroes tradicionales, cuyos resultados pueden ser o no importantes o adornados de forma conveniente, merecen, únicamente, escepticismo. Un proceso crítico para enfocar los logros y darles su justa perspectiva y valor. Lógicamente, de ese proceso revisor, se salvarán muchos hechos, pero, quizá con todas las circunstancias correctamente tenidas en cuenta, se desvanecerá el aura y quedará el poso. El verdadero logro.

Pero aparte de los héroes, que generalmente son conocidos y dados a conocer, existen muchas personas (mas de las supuestas, si miramos alrededor analizando cada actitud que nos suscita envidia), cuyos logros lo son gracias a una virtud, el entusiasmo.

El entusiasta consigue o no lo que se propone y lo que consigue puede ser modesto o espectacular, pero en el proceso de conseguirlo el entusiasta se vuelca, disfruta, se realiza. El entusiasta hace lo que hace porque no puede no hacerlo. Su actitud es inevitable, una tendencia vital. No cuestiona su actividad, persevera en ella o la reinventa para incentivarse, pero nunca la ignora o la abandona. Habla de lo que hace con frecuencia y lo hace en tono didáctico, intentando contagiar su entusiasmo. A menudo es incomprendido por exagerado o genera rechazo por inapropiado, pero, aún así, persevera. Nada le disuade. No tiene miras, sólo capacidad. Y, porque insiste, finalmente, materializa.

Es obligatorio saber distinguir entre el entusiasta y el ambicioso. Este último pretende el objetivo, el resultado. Puede no disfrutar en el proceso o que éste sea incluso sufrido, pero le satisface la consecución. Al ser el objetivo prioritario es capaz de vulnerar las reglas o de ampliar los medios para conseguirlo, a diferencia del entusiasta que puede perpetuarse en el proceso, sin alcanzar un objetivo. La ambición se entiende peyorativa, pero actúa como indispensable para el progreso. Clave en él. Creadora.

De la mezcla de ambos surge el triunfador. Ambicioso y entusiasta. Obsesionado con el objetivo y motivado por el proceso. Necesariamente ególatra y descarado. Tiene el hambre y las herramientas, lo tiene todo. No hay tantos, aunque los hay para infinitos aspectos de la cotidianidad. Y son los que mueven a los demás, los que los espolean y dirigen, los que guían y marcan tendencia, los que dominan su mundo, desde el laboratorio al taller, de la mesa de la cena al mitin.

Y, sin pretensiones (a priori), desde el ANTROPOSCOPIO, entre reflexiones en voz alta y sugerencias, aparecen héroes desmitificados, ambiciosos justificados, triunfadores coloreados y, sobre todo, entusiastas reivindicados.

Y tu…¿nadas o te hundes?:

Por cierto… Deezer, lo que quieras.

Emoción…

Radica profunda y es sabia por anciana. Deja que la interpretemos sin perder identidad, aunque sea de forma aberrante. A veces castiga de forma inmerecida y puede sorprender aún siendo previsible. Gratifica cuando debe, aunque a veces sea injusta. Sirve para todo y ha perdido valor literario y, por tanto, épica. Ha ganado de largo la batalla contra la razón, a quien condiciona y desequilibra hasta deshacerla. Adopta formas y colores que pueden ser deseados o avergonzar o indignar o hacer reir. A veces es mierda pura. La mayor parte, buena o mala, pero adecuada. Se sirve de celofán en las bodas y dentro de la cama se llama pelo, sudor, caricia.Es libre, es mala, es esencial. Pero no es, ni causa, una afasia:

Alfredo Landa en los Goya. 2 minutos de afasia (emoción, para los rigurosos):

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