En el post anterior hablábamos de la necesidad de cambiar el relato de uno basado en el Eatado-Nación a otro basado en comunidades reales. Un paso crucial para el cambio de paradigma es que la izquierda tradicional ha dejado de idolatrar al Estado como solución. Empiezan a darse cuenta de lo que supone en realidad ceder toda la soberanías al Leviatán. Todo el escándalo del espionaje masivo por el programa Prism ha puesto de relieve varias cosas cruciales según John Robb. A mi me han llamado la atención estas dos, en tanto que refuerzan la idea de que el Estado-Nación está en decadencia y de que en realidad no ve a sus integrantes como ciudadanos, sino como súbditos y, especialmente, como potenciales enemigos. Robb lo dice mejor:

this activity is clear proof that the government security system increase views all Americans as potential enemies

since the nation-state derives most of its legitimacy from its ability to deliver security to citizens, this failure is more proof that the nation-state is in decline as a form of governance.

Lo dicho, el enemigo no es quienes ocupan los Estados, sus capturadores, sus dirigentes, el enemigo es la propia naturaleza omnímoda del Estado.