Lo que la gente desecha o debería desechar. Los que deciden en la torre de cristal, o en la sede o, peor, en la torre de la sede, bien arriba. O los que viven de las «ideas» que no son suyas y no podríaan/sabrían vivir de otra cosa, de la materia, del sudor, del servicio. Basura…Eslógans como ideario y el páramo moral. La guerra tácita que se explicita en las situaciones de crisis. La autocomplacencia y la falta de generosidad. El papel de periódico de hoy, con titulares que, como máximo, podrían haberse publicado anteayer. La incapacidad para la sinergia. Pintadas con spray de a un euro con suplemento. Unidos sí, pero…Basura.

Las noticias de hoy:

La exigencia del PP fractura de nuevo la unidad contra ETA

El PP muestra divergencias con el texto unitario contra ETA sellado por todos los grupos parlamentarios

Los expertos atribuyen al interlocutor ‘Thierry’ la orden de asesinar a Carrasco

Patxi López pide a Rajoy no volver a utilizar a las víctimas

El editorial:

Sin embargo, como si de una maldición se tratara, al dolor del asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco se unió anoche, una vez más, para estupefacción y rabia de muchos ciudadanos, la incapacidad de ciertos políticos para estar a la altura de las circunstancias. Como en 2004, el PP vio en el atentado la posibilidad de desgastar al rival y obtener réditos electorales.

Para ello, el PP no dudó en acudir a la reunión de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados que debía pactar una declaración común de repulsa y unidad con una exigencia que sabía que sería rechazada por el resto de los partidos: la revocación de la resolución de la Cámara baja que avaló el diálogo con ETA. El PP firmó esa declaración para minutos después destacar públicamente en una conferencia de prensa que le parecía insuficiente, y sembrar así de nuevo el germen del enfrentamiento entre los demócratas, tan sólo unas horas después de un crimen terrorista.

En lugar de potenciar lo que une, el PP decidió poner sobre la mesa lo que separa. Con el Congreso disuelto, a 48 horas de las elecciones y con el cuerpo del ex concejal socialista todavía caliente, al representante popular, Ignacio Astarloa, al que hasta hace pocos meses muchos aún consideraban un hombre razonable, no se le ocurrió otra cosa mejor que reclamar la revocación de un texto que había sido aprobado por todos los grupos. El objetivo no era otro que erosionar al Gobierno y sembrar la duda sobre la honestidad del presidente Zapatero y su partido cuando afirma que ya no cabe ninguna opción de diálogo con ETA. La víctima de ayer era militante, precisamente, de ese partido. Falta saber, y los ciudadanos tienen el derecho a conocerlo antes de acudir mañana a las urnas, si Astarloa actuó por iniciativa propia o por órdenes de su jefe político, Mariano Rajoy. El presidente del PP no debería permitir que esta duda ominosa se alargue ni un minuto. No se trata de la política, es la dignidad personal lo que está en juego.

Y concluye:

«Quitarles toda esperanza», como ayer repitió Rajoy, significa también no darles la baza de la división entre demócratas. Lamentablemente, el comportamiento posterior de su partido fue en sentido diametralmente opuesto. Invocar la unidad y a la vez condicionarla a la aceptación de los planteamientos propios es jugar con cartas marcadas. Por todo ello, ayer fue un día de doble duelo.

El otro editorial:

«La lectura pertinente es la de que los etarras consideran que en la sociedad española existe una tremenda falta de consenso sobre cuestiones esenciales, lo que les permite concebir esperanzas de que algún día podrán lograr sus objetivos si persisten en su amenaza.

Aunque sea triste decirlo en estos momentos, ETA ha sacado fuerzas de la ambigüedad de Zapatero sobre la idea de lo que es la nación española, de sus concesiones a partidos como ERC y el PNV, del gravísimo error que supuso el Estatuto de Cataluña y, sobre todo, de su legitimación como interlocutor político durante el proceso de paz. La banda no tiene capacidad operativa para traer en jaque al Estado, pero ha contribuido a que su maximalismo utópico esté en el programa de más de un socio del PSOE.»

Voceros:

Isabel SanSebastian: «El PP quiere acabar con ETA, no con el PSOE. Su enemigo es ETA, no el PSOE. Su lucha es para aislar a ETA no al PSOE. Otros no pueden decir lo mismo.»

Millás y «la charca moral que ha generado el PP» como contexto político del atentado.

 

Ya os hemos oído, llevamos 4 años haciéndolo. Sabemos qué pensáis y quién os alimenta. Dejad de «opinar», que no nos importa. Tenemos opinión propia, mejor y mas libre. No valoramos vuestras valoraciones, no las queremos.Y menos hoy. Salid todos de la charca moral. Iros a la mierda.

Hoy, como hace 4 años, el día del mensaje unánime, unívoco, unido que no fué. El día de la política. O de la basura. Lo mismo.