Aunque escuchar quedó reservado para la música, ver para el cine, pensar para la literatura y la guerra para la política, alguna vez hay que quedarse media hora con un político para …

…escuchar tono, dicción y mensaje

…ver firmeza, sinceridad y coherencia

…pensar, aunque sea, cuál de las dos sociedades es mas culta a pesar de los creacionistas y de que, con razón, en una de ellas no sepan situar España en el mapa

y ya de paso:

…llorar porque nunca le daré media hora a uno de los nuestros

… contar las veces que mira el papel en esa media hora

…dar para atrás en el vídeo y confirmar que sí, que ha dicho que «así será elección tras elección si seguimos por ese camino». Y que no vaya a ser así. Y aquí ya vayamos por la enésima elección de reproches y pasado.

…y lamentar que nosotros no tengamos un futuro, destino, empresa común sino sólo una procedencia y sus coletazos

…y asombrarse porque afronta la crítica, la explica, la vuelca y la gana en su favor

…y, finalmente, estremecerse.

Absolutamente brutal, Barack Obama. Sobre la raza, la política, la actitud, la nación, el futuro y la vida. Media hora, aguantad sólo eso.