La mala noticia es que Cataluña aún no ha tocado fondo. La buena es que ya falta poco.
Arcadi Espada en El Mundo
La mala noticia es que Cataluña aún no ha tocado fondo. La buena es que ya falta poco.
Arcadi Espada en El Mundo
Estimados amigos catalanes,
En principio esta carta estaba pensada sólo para aquellos de vosotros que defendéis la independencia pero, después de hablar con algunos de vosotros, me he decidido a extenderla a todos los que allí viven. La primera razón es que me es francamente difícil separar los que son y manifiestan como inequívocamente catalanes de los que han nacido, viven, trabajan o comparten simpatía por Cataluña. Empiezo con matices, porque de eso va esta carta, de matices. Y para que nadie deje de sentirse aludido.
La razón de la carta es doble. Por un lado personal… manifestar la profunda tristeza que me provocan los hechos de los últimos días de la forma mas neutra posible. Por otro lado política… no por estar en uno u otro lado, sino por la necesidad que tengo de analizar estos hechos, como cualquier otro en mi vida y trabajo, desde la razón, desde «la evidencia». En definitiva, de dar mi visión para no tener que discutir con ninguno de vosotros de una forma que no sea meditada. O para evitar dichas discusiones que, hoy día, sirven para poco más que para enfadarse.
Escribo porque no entiendo nada… a ver si alguien de los que me conoce me consigue aclarar las cosas, ya que no confío en ninguna opinión que hable en nombre de pueblos, naciones o colectivos, venga de políticos o de los medios. Confío, únicamente, en la opinión de aquellos allegados de los que conozco su contexto. Quizá desde el conocimiento de mis allegados y ahora que estoy lejos llegue a entender la situación global. Yo, por mi parte, utilizaré mis ejemplos, mis tierras y lugares, para ver si podemos entender nuestros contextos…
Empezaré, con lo que yo he entendido hasta ahora, a ver si es que no lo he entendido bien…
Seguramente las razones para la independencia sean muchas y dispares, pero hablaremos de las mayoritarias y de las que muchos de vosotros usáis en vuestras reivindicaciones personales:
A mi me podéis intentar convencer de lo contrario, es lo que pretendo, que me argumentéis, pero mi sensación es que, mas allá de las particularidades culturales, compartimos actitudes, formas de pensar, prioridades y respetos. Además de muchos intereses en común. O sea, no se por qué se enfatiza la diferencia.
Para algunos otros la desafección hacia España viene dada por el “poco respeto a las instituciones catalanas”. Por ejemplo, por el rechazo del Tribunal Constitucional al Estatut de Autonomia. Asumiendo que las instituciones del Estado pueden ser francamente mejorables (tambien las catalanas, no hace falta decirlo), ¿qué hace pensar que las decisiones en contra de determinados artículos de una ley se tomen en función de las ganas de fastidiar a Cataluña?¿En serio creéis que el motivo de revocar una pequeña proporción de los artículos del Estaut se debe a una predisposición a hacer el mal a Cataluña? Que queréis que os diga, como poco me parece endeble como argumento. Yo mas bien tiendo a pensar que son las reglas del juego democrático. La argumentación de por qué se revocan algunos artículos ha de ser jurídica, fundamentada en el derecho, recurrible, etc. Esas son las reglas del juego que nos hemos dado. Eso es así en España, pero también en Europa. Habrá veces que consigamos todo lo que queramos, otras veces que los intereses choquen contra los de otras regiones o paises, otras veces que encontremos aliados. Quiero pensar que si se revocan determinados artículos de una ley es por que no se ajustaban a derecho perfectamente. O, al menos, cabía interpretaciones de la ley en las que dichos artículos no eran aprobables. No seré yo quien defienda al Tribunal Constitucional, pero la democracia es un juego de contrapoderes. Imaginemos que desde el parlamento de Cataluña se aprueban cosas que, por más que hayan sido refrendadas, no se ajustan a la legislación europea, española…es decir, al marco jurídico en el que vivimos. O, llevándolo al extremo, que la población catalana decide hacer una ley que influye en las leyes u organización administrativa de otras regiones… tiene entonces que haber mecanismos que compensen esas posibles injusticias, que las maticen, que delimiten sus interpretaciones… porque, ojo, “el pueblo” puede, a través de sus representantes, de manera perfectamente democrática, decidir cosas completamente ilegales. Democracia no es (sólo) votar en referendum. Democracia es respetar la ley y, muy importante, a las minorías. Y cambiar las cosas debe realizarse mediante pactos, mediante diálogo, convenciendo, sumando apoyos… si un catalán convence a un andaluz de lo injusto de su situación, no me cabe la menor duda de que ese andaluz también apoyará esa reivindicación concreta. Eso es política.
Esas son las tres razones mayoritarias que se suelen esgrimir en favor de la independencia. Yo he intentado, durante 7 años, tratar de encontrar argumentos basados en la razón para entender las posturas independentistas. No lo he conseguido. No me han faltado ganas y disposición, pero me ha sido imposible entender las razones desde una perspectiva racional. Otra cosa diferente es que se trate de sentimientos. Entonces ya estamos hablando de algo que nunca podré entender, porque, efectivamente, mis contextos son otros. Pero recordad que tomar decisiones políticas con la viscera en lugar de con la razón, no suele traer cosas buenas.
En ese caso, en caso de que procediérais a la independencia, me gustaría al menos creer que habéis pasado por este trayecto:
En resumen, amigos, necesito herramientas para poder entender lo que pasa…por más que leo y os escucho, no encuentro nada que me satisfaga intelectualmente que justifique la deriva.
ACTUALIZACIÓN
La viñeta que he puesto es una viñeta que saqué de un email que circula por Cataluña (al menos así me llegó a mí). La verdadera viñeta está más matizada y la pongo debajo. De todas formas, el mensaje en sí, no cambia sustancialmente.
Lo de la independencia está de moda, pero en este caso me refiero a la mía propia. A conseguir la libertad de sentir que mis acciones se van acompasando con mis ideas, independientemente de lo que hagan los demás. Este año, entre otras cosas, me ha servido para darme cuenta de una cosa. Hablaré con calma de ello en otro post, pero hay una cosa que me llama mucho la atención de EEUU, al menos de los ciudadanos del barrio en el que yo vivo: El enorme compromiso político. Sin embargo, las demostraciones, las manifestaciones, la iconografia de lo político están mucho menos presentes en las calles. No se protesta o se pide. Se hace. Como digo, lo explicaré algún dia con más calma, pero estoy convencido de que eso no sólo es más útil, sino que les mantiene más optimistas porque, aunque sea a pequeña escala, cualquier pequeño logro, les aporta motivación para seguir. De hecho, la queja, la protesta, están bastante mal vistas…porque no aportan nada y disminuyen el ánimo, aumentan la frustración.
Así que siguiendo esa máxima de «empezar por uno mismo» me he marcado una ruta para cambiar aquellas cosas que no me gustan. Seguramente su impacto social será mínimo, pero el impacto en mi propia salud social será enorme. Ya lo he empezado a notar con el primero de esos pasos (empecé por lo «fácil»). No se cuántos pasos habrá, pero de momento tengo 3 en el horizonte inmediato:
1. Usar software libre y abogar por su uso siempre que pueda.
Esto me libera de todas las políticas abusivas de los grandes productores de software, contribuye a sostener la comunidad de software libre y me ayuda a defender con criterio que la administración haga lo mismo
2. Sacar el dinero de La Caixa y meterlo en una cooperativa de crédito o en banca ética.
No quiero que mi dinero sirva para que otros especulen o para que financie cosas con las que estoy en absoluto desacuerdo.
3. Montar un nodo de güifi.net desde mi casa
Eso contribuirá a ensanchar una red de nodos independientes de los grandes ISP, de tal manera que, llegado el momento, mi red no dependa de lo que dichos ISPs quieran o no filtrar. Y ese momento llegará… (fijémonos en las detenciones de ayer)
Habrá más, pero iremos por pasos. Estos 3 son los más fáciles, aunque requieren de cierto esfuerzo, de cierto compromiso… al menos para mí.
Pues bien, el primer paso ya está completado (aunque no fue fácil). Mi viejo MacBook ya no daba más de sí. Me compré un Dell por intenet y le instalé Linux (Ubuntu 12.04, que yo todavía necesito de las ventanitas y los menús gráficos). No fué fácil porque los fabricantes ponen todo tipo de trabas con sus drivers, periféricos y configuraciones, pero después de 3 intentos y sus correspondientes re-formateos por cagadas diversas he conseguido dos cosas:
1. Ver que Ubuntu es mucho mas usable que Windows y más rápido que MacOS.
2. No tiene nada que envidiar en aplicaciones. Tengo las que necesito y la mayoria son gratis.
3. El «Terminal» no da tanto miedo.
4. Me he mantenido entretenido un rato. Me he vuelto a sentir como quien resuelve un puzzle, como quien empieza a entender la máquina (ay de aquellos tiempos que programaba en Visual Basic). Eso si, no apto para quienes no tengan paciencia con las máquinas…
No todo es bueno, sin embargo… la bateria dura sustancialmente menos que con Windows, pero así me mantengo motivado para buscarle la solucion tambien, que seguro que la hay…
Una cosa menos en la lista… los pasos siguientes van a requerir que vuelva a casa algún dia, porque desde aquí no puedo firmar contratos, pero llegarán…especiales ganas tengo de que llegue el paso 2 para salir sonriendo con mi dinero de La Caixa…
© 2023 antroposcopio
Tema por Anders Noren — Arriba ↑
Comentarios recientes