antroposcopio

Oteando ideas, actitudes y comportamientos

Lastre del siglo XX que soltar (1): Nacionalismo

Hoy empiezo una nueva serie en el blog. Se trata de tratar de identificar aquellas ideas que arrastramos desde el siglo pasado (o mas allá) y que creo que son el lastre para que la sociedad evolucione hacia formas de gobierno y ciudadanía mas justas y más representativas de cómo se organiza (o se podría organizar) la sociedad en este siglo. Algunas de ellas forman parte de «los pilares de la democracia». Pero eso no me interesa ahora. Me interesa tratar de explicarme a mí mismo cómo determinadas ideas, algunas de ellas enormemente arraigadas, configuran la forma de ver el mundo de la gente y, en definitiva, las formas de organización social y cuáles son las razones que a mí me han llevado a criticarlas como causas directas de una buena parte de nuestros problemas actuales.

La primera de ellas, el primer lastre a soltar, es el nacionalismo. Es la primera porque es ubicua y versátil y, probablemente, sea la más dificil de desterrar. Y es la primera porque, por diversas razones, me ha ocupado bastante tiempo en mis discusiones con amigos y compañeros. Sirva de referencia para no tener que explicarme tantas veces y no tener que perder tantos interlocutores a la primera de cambio.

La primera razón por la que el nacionalismo es un lastre es por su propia naturaleza. El nacionalismo es una ideologia que nace del sentimiento, no de la razón. No es un constructo ideológico con un corpus teórico mas o menos académico que lo sustente (como pasa con socialismo o liberalismo) y unos objetivos razonados basados en los supuestos teóricos. El nacionalismo es la justificación de un status. Es la definición de unas características, generalmente innatas y comunes en una población y la elaboración de unas reivindicaciones basándose en la identificación con ese conjunto de características. No hay teoria que lo sustente y la prueba es que los nacionalismos no pueden ser inclusivos, sino antagónicos por naturaleza. En el conjunto «liberalismo» hay libertarios, anarcocapitalistas, minarquistas, liberal-demócratas, anarquistas…todos son subconjuntos de una propuesta teórica inicial que varian dependiendo de la interpretación de cada uno. Lo mismo sirve para el conjunto «socialismo»: hay comunistas, marxistas, leninistas, trotskistas, maoistas, socialdemócratas… Sin embargo es imposible que haya «interepretaciones» en el nacionalista. No hay cambios cualitativos. En todo caso los matices vienen por el «grado». Se puede ser nacionalista gallego moderado o radical. Pero no se puede ser nacionalista estadounidense y español. O catalán y español…Por tanto, si es una ideología basada en un sentimiento, un sentimiento que, además, es excluyente, no puede dar lugar a nada bueno. Como dice La revolución naturalista:

En particular, sabemos que las decisiones sentimentales e intuitivas no suelen funcionar mal del todo a escala personal, pero pueden acarrear consecuencias nefastas cuando se aplican a una escala social y política. Y la mera agregación de voluntades individuales con el intenso sentimiento de llevar la razón tampoco lleva a resultados óptimos.

El nacionalismo aprovecha las estructuras básicas del cerebro como un virus. Usa sus mecanismos para propagarse de forma universal y perdurar latente siempre. El cerebro tiene dos formas de conocer el mundo. Los sentidos, que proporcionan cantidades ingentes de información no sesgada y las emociones, que otorgan valor a esa información. Las emociones moldean el cerebro durante toda la vida pero con especial vigor en infancia y adolescencia. Es en esas etapas cuando aprendemos qué es lo importante en la vida, para que lo tengamos en cuenta cuando esas situaciones se vuelvan a suceder y tengamos una forma rápida de reaccionar. Nací en Valencia y llevo 8 años fuera de Asturias, de donde «soy». Pueden pasar siglos, que Asturias es y será mi referencia. Llevo un año fuera de Barcelona, pero no la echo de menos. Echo de menos a determinada gente de muchas partes, pero el entorno geográfico que echo en falta, el que tengo idealizado es Asturias. Para mí es el el disfrute de un territorio y unas costumbres, para otros la lengua que se hablaba en casa de sus padres, para otros el odio contra los que les masacraron…el nacionalismo es una emoción, como se puede deducir del hecho que una empresa multinacional de origen norteamericano la aproveche y canalice para mejorar sus ventas. Y como tal emoción, nada bueno para tomar decisiones que requieran del uso no sesgado de la razón.

La segunda razón por la que desterrar el nacionalismo de nuestras vidas es la que más me interesa. El nacionalismo es la forma más barata, eficaz y rentable que tienen determinados grupos de poder para apelar todo un conjunto de ciudadanos y que estos respondan en su favor. Como ya explicábamos en un post anterior, el nacionalismo es el anillo de poder que los une a todos, el toque de arrebato que congrega al pueblo en torno al que toca la campana. El nacionalismo permite, de manera simple, desactivar cualquier amenaza a los gobernantes y sus oligarquias. Si tu eres español, yo soy español y hay un ataque contra España y yo soy tu gobernante, tu, para defender tu España tienes que estar con tu gobernante. Y, si no, eres insumiso, antipatriota, traidor…alguien deleznable. Alguien que no forma parte de esa comunidad. Alguien anti-español. Los nacionalismos, aunque explotan particularidades históricas, culturales o raciales, reproducen territorios administrativos. Es decir reproducen las estructuras de poder. Y eso es así y no al revés. Es decir, no aparecen los nacionalismos porque haya unas características culturales a priori que, despues, definen un Estado o nación. Si eso es así, ¿cómo se entiende que exista el nacionalismo Argentino si sus características culturales, físicas, de lenguaje, etc eran básicamente idénticas a las de sus metropoli?¿Cómo explicamos que unos señores con cara de andaluces, acento andaluz y costumbres andaluzas, puedan estar convencidos de su madre patria británica?¿Cómo puede ser que cuente como ciudadano estadounidense y se defienda dicha ciudadania con fervor tanto para alguien de Maine como para alguien de Puerto Rico, dónde hablan y viven de otra manera, o de la isla de Guam, que está del otro lado del Pacífico? En resumen, el nacionalismo es la justificación de un status, de un interés. Y el status puede estar recubierto de cultura, de raza, de territorio o de historia, pero no deja de ser un status. Y como es una justificación, adopta mil caras diferentes dependiendo de qué es lo que se quiere justificar. Hay muchos nacionalismos, pero yo me voy a referir a tres. Los tres que he vivido y los tres que han formado mi opinión al respecto. Los tres como arquetipos de la forma en que el nacionalismo nos nubla la razón. Seguro que hay ejemplos mejores, pero estos son los míos.

1. El nacionalismo omnipresente: el catalán

El nacionalismo catalán es el nacionalismo que sirve para todo. Es un nacionalismo multiusos. Es un nacionalismo explícitamente agresivo y con tentáculos en toda la sociedad. Siguiendo la lógica de la descripción precedente, el nacionalismo catalán se basa en el sentimiento de pertenencia a «els Països Catalans«, comunidad lingüistica y territorial que abarca las 4 provincias catalanas más la Comunidad Valenciana, Baleares, Andorra, la franja de Aragón, el Rosellón y la Cerdaña francesas y, según algunos otros, el Alghero en Cerdeña. Todo es según los propios nacionalistas (que no según los habitantes de esos otros territorios). Los más puristas reivindican esa metanación inventada como constructo pero dónde de verdad es patente (ya que en Valencia o Baleares, por ejemplo, gobierna su nacionalismo antagónico y en Alghero o el Rosellón les puede dar un patatús si les dicen de unirse a ellos) es allí dónde la casta, la oligarquia, se ha decantado por esa identidad para conseguir más poder. En Cataluña, con la excusa de «la promoción del idioma» se tiene en vereda a los medios de comunicación. Con la excusa de un complot se puede ser un oasis del robo perpetuo. Los políticos que, en mi tierra, por definición, son unos «comiones» y gente a escrutar de cerca, en Cataluña convocan ellos mismos manifestaciones contra su propia ineptitud negociadora. En Cataluña, echar la culpa a España con los peajes de las autopistas, cuando es el propio partido nacionalista mayoritario el que recibe comisiones de las empresas concesionarias y el que ha alargado las concesiones a esas mismas empresas, en Cataluña la izquierda no es universalista, es nacionalista, racista, clasista y echa una mano al ladrón cuando hace falta en pro de la «nación». En Cataluña gobierna sus sistemas sanitarios un señor y sus secuaces que vienen de la patronal del negocio sanitario y unos amigos que la saquean pero la culpa de los recorte la tiene que no haya pacto fiscal. Y, si… en Cataluña se defiende, durante décadas, que las rentas pertenecen a los territorios. A los territorios dependientes de la casta en cuestión. Que Cataluña tenga un déficit fiscal no se debe a que haya más empresas afincadas, más renta per cápita, en definitiva, mas dinero, igual que sucede, seguramente por las mismas razones, en Madrid. No. En Cataluña el panadero que cobra 1000 euros al mes y paga al Estado exactamente lo mismo que paga al Estado el mismo panadero del barrio de Vallecas, tiene tanto derecho a reivindicar el botín del expolio cómo el que vive en Pedralbes. En Cataluña el nacionalismo no (sólo) es sociológico, forma parte de la red clientelar. Desde las subvenciones a asociaciones cívicas pro-sistema, hasta, como decimos, los diarios generalistas. Eso en positivo… pero además tiene la parte punitiva: la de multar por rotular en el idioma que te de la gana, la de no contratar artistas que no se plieguen a las circunstancias políticas, la de menospreciar con tópicos a los trabajadores de otras regiones… En suma, en Cataluña se vive el nacionalismo institucional a cara de perro. Y, lo peor de todo, se vive como una necesidad. Como la única forma de reivindicar unos derechos. Por eso, siguiendo el silogismo perfecto del que hablábamos antes, si criticas alguno de los aspectos que la oligarquía considera «esenciales» de Cataluña, criticas a Cataluña y por extensión a todos sus habitantes y por tanto eres un anti-catalán. Por suerte eso, aunque flota en el ambiente de cualquier conversación política eso no influye en las relaciones personales, sólo en las relaciones con la administración y en el discurso oficial.
2. El nacionalismo clásico: el español

El nacionalismo español es el de muchas otras naciones-estado en el mundo. Parece no estar pero impregna buena parte de la actitud de los dirigentes y, al ser menos exigente en sus posiciones, cautiva mucho más a sus habitantes. Es un nacionalismo menos explícito que el anterior, pero igualmente dañino para la razón. Como es un nacionalismo menos explícito es más difícil deshacerse intelectualmente de él. Pero también es necesario soltar ese lastre. El nacionalismo español se basa, más que en la lengua, cómo el anterior, en la pertenencia al territorio geográfico conocido como «España». Como culturalmente ese territorio es diverso incluye la posibilidad de acoger multiples «nacionalidades» y reconoce derechos lingüisticos a otras. Pero eso es sólo cuando esas otras se muestren dóciles. Si no, se toca a arrebato de nuevo. Y ahí es dónde los nacionalismos clásicos son más evidentes. El nacionalismo español no necesita reivindicarse en cada aspecto de la sociedad porque ya tiene el control. Todo es, por defecto, español. Por eso no impregna la cultura con subvenciones, ni los diarios por ser escritos en esa lengua (sino por ser afines al grupo oligárquico del momento), ni a las asociaciones por defender un tipo de cultura… sin embargo, si el partido de la oposición pacta, de forma legítima, con los representantes de otras comunidades autónomas es que quiere romper España, si se nos exigen unos requisitos económicos de solvencia es que Alemania y el Banco Central Europeo nos tienen manía y no nos quiere ayudar, si otro país nacionaliza una empresa multinacional en la que tiene participaciones la red clientelar que conforma la oligarquia española hay que usar todos los recursos del Estado y la opinión pública para menospreciarla, si el pueblo pasa hambre es porque la pérfida Albión no nos devuelve Gibraltar, si hay que aguantar impuestos, recortes y rescates es porque nosotros somos españoles, los bancos rescatados son españoles y hay que compartir el esfuerzo y apretarse el cinturón, si los vecinos del norte se rien con unos guiñoles porque nuestro deporte, en verdad, necesita una revisión seria de la politica antidopaje, es que nos tienen envidia… Mientras el nacionalismo explícito usa a la población para que la oligarquía consiga privilegios, el nacionalismo clásico la usa, sobre todo, para no perderlos. Para, en tiempos de crisis, aglutinar a la población en torno al gobernante. Hay tantos ejemplos como Estados…desde Argentina y las Malvinas hasta China con el Tibet…Por supuesto, la no asimilación de dichas arengas implica la traición tambien, como en el anterior. Tan perverso como el anterior anulando la capacidad crítica y como cualquier otro nacionalismo, tambien hemos de desterrarlo.

3. El nacionalismo sutil: el estadounidense.

El estadounidense es un nacionalismo clásico en toda regla. Si cabe uno de los más potentes. Pero no me voy a referir a ese tipo de nacionalismo. Me voy a referir a otro que es menos evidente pero, para mí, igualmente nacionalismo. Sucede en otros muchos sitios pero, quizá, en Estados Unidos aparezca con mayor claridad. Se trata del nacionalismo que atribuye virtudes generalizadas a sus habitantes por la pertenencia a dicho territorio. En este caso las oligarquias utilizan las supuestas virtudes de la nación cómo argumentos para mantener sus privilegios. Por ejemplo… America «is the land of the free» y eso, tan genérico, sirve como argumento para que el Estado no pueda inmiscuirse en las vidas de los ciudadanos y proveer y pagar por la Sanidad cuando, en realidad, significa que los que se benefician del negocio no quieren perderlo por nada del mundo. La Consitución americana, de la que emanan todas esas virtudes, acoge el derecho a protegerse con armas, aunque nadie se defienda de los atacantes con armas y eso sea injusto, ineficaz, peligroso y conlleve tasas de muerte por arma de fuego 10 veces superiores a las de paises homólogos en su pais y en el vecino del sur. Pero lo que de verdad significa es que el lobby del armamento (bajo la NRA) usa ese texto mitológico como coartada para defender sus intereses concretos. El prototipo de hombre americano es el de «el hombre que se hace a sí mismo», aunque no cuenten si se hizo a si mismo por los recursos que ya tenia, porque tuvo suerte o porque tenia una talento extraordinario o aunque no digan cuanta es la proporción de hombres que se hacen a sí mismos. Pero ese ideal es el que hace que la gente se mantenga contenta con el sistema politico. Si no llegas a «hacerte a ti mismo» no es porque no puedas acceder a la educación en igualdad de condiciones que los pudientes, o que hayas caido enfermo y tengas que dedicar tus sueldos íntegros a pagarte tu salud o que vivas en Colorado en vez de en Silicon Valley… no, es porque no lo mereces, porque el país bien que te da las oportunidades. Recuerda, es «la tierra de los libres». No sólo eso, es la tierra bendecida por Dios. Una de las tierras prometidas. Pero ¿de qué America estamos hablando? ¿De la próspera, liberal y con altos impuestos como en Massachussetts, de la conservadora Utah, de la aún más liberal California o de la pobre, retrógrada y con bajos impuestos Arizona?

Con todo esto lo que quiero recalcar es que, como charlabamos hace un par de dias con @medicocritico, las explicaciones simples de la realidad suelen ser las utilizadas por los que tienen intereses en que no se sepan las explicaciones detalladas, pormenorizadas, matizadas… Las explicaciones simples de la realidad las usan los vendedores de humo, los religiosos, los magufos…y los nacionalistas. Cualquier nacionalismo es un tópico, una simplificación de una realidad compleja. Por eso, si bien se puede defender y fomentar la lengua que quieres hablar en tu comunidad (sin necesidad de depreciar otras, por cierto), si bien se puede mostrar simpatia e incluso animar a la selección española por afinidad, si bien se puede argumentar que los bajos impuestos atraen empresas, si bien se pueden reivindicar la abolición de los peajes o de los toros… todo eso no tiene ninguna relación entre sí. Cada propuesta es una y concreta y se enriquece con el debate, se propone en la comunidad y se aprueba o no siguiendo los mecanismos institucionales adecuados. Cuando lo que se hace es apelar a un sentimiento genérico para reivindicar cualquier cosa, lo que se hace es devaluar el argumentario para conseguir la reivindicación concreta. Si, además, eso supone la coartada perfecta para las oligarquias, tenemos la mezcla perfecta para la confrontación, la incomprensión y la ineficacia.

Por tanto, primer lastre a soltar, las cosmovisiones nacionalistas para explicar una realidad mucho más compleja.

PD: como se que me van a llover por ambos lados: Trolls, ahorrense la rabia, por favor y traten de leer con calma.

25 Comentarios

  1. Nacionalismos y religiones juegan roles relativamente similares en muchos aspectos, desviando el foco de los problemas hacia el vínculo de unión de las poblaciones que experimentan esos problemas e instrumentalizando dicho vínculo con un fin u otro.
    Intento imaginar otros aspectos que pudieran suponer un estímulo de unión (sumatorio) similar a los nacionalismos y no encuentro ninguno, seguramente porque todos los que pueda imaginar (ideologías, valores complejos,…) son menos simpl(on)es que éste.
    Personalmente no concibo la izquierda no internacionalista (es más, la izquierda nacionalista me parece un insulto al internacionalismo marxista) aunque, si he de ser sincero, me descubro asombrándome positivamente por muestras de búsqueda de lo común basadas en lo topográfico como este vídeo ( http://www.youtube.com/watch?v=DkFJE8ZdeG8 ).
    Por último, nunca entendí esa dicotomía por muchos planteada que pretende hacernos elegir entre nacionalismo y defensa de las tradiciones y valores propios de las culturas, incurriendo en la falacia del falso dilema… Parece más un argumento de último recurso que un motivo real para apoyar los nacionalismos… si no es así que algún pro-nacionalista me comente algo al respecto.

    Me gustó tu post.

  2. Muchas gracias! Voy a omitir ponerte links de las indias. Pero los «Universalismos» y en eso se incluyen los «movimientos» recientes, por mas que nos pese, son simplificaciones, incluyendo los territoriales. Es una trampa del lenguaje. Podemos hablar de «los agricultores» pero…¿es lo mismo una cooperativa en Vic que un agricultor del medio-oeste americano? Siguiendo el video de calle 13 que, he de reconocer, a mi tambien me gusta… ¿es lo mismo un patagón que un cocalero?. Son simplificaciones, esquemas. No hay nada detrás de esa asociación de ideas. Es más, puede que haya intereses encontrados. Por eso no se debe aceptar ninguna explicación que no se base en una comunidad real. Y una comunidad real es aquella con la que te relacionas y con la que adquieres un compromiso. Pueden ser tus amigos, la gente de tu centro de salud, los compañeros de la agrupacion socialista de Badalona y la asociación por la defensa de la custodia compartida. Participando en comunidades reales que, a su vez, son nodos de redes más grandes, es como se puede cambiar el mundo, no apelando a conciencias de clase, religion, cultura y, mucho menos, nación que, encima son excluyentes. Piensa en los movimientos globales, en los Occupy… el grado de compromiso con las ideas supera en muy pocos casos la adhesion (y es en eso casos donde se consiguen cosas: Asamble Austrias, 15Mcc, 15MpaRato etc). Todo lo que no se concreta en una comunidad estable se lo lleva el viento.

    El libro clave de David de Ugarte es «De las naciones a las redes», que es el que mas me enganchó y en el que hablan de todas estas cosas. Por cierto, estará de ponente en TEDxMadrid…

  3. Me parece muy gracioso y contradictorio hasta la paradoja más extrema que digas que la izquierda en Catalunya es racista y pongas un link de mi blog sobre los peages de las autopistas para demostrarlo… cuando resulta que yo milito en un partido catalán de izquierdas (ICV) y en el movimiento social antirracista catalán (Unitat contra el Feixisme i el Racisme).

    Me parece que mezclas churras con merinas sin ton ni son y utilizas la denominación «nacionalismo» como un cajón de sastre donde tiene cabida absolutamente todo lo que no te gusta, a parte de demostrar una ignorancia rallana al analfabetismo por lo que respecta a la politica catalana.

    Muchas (por no decir todas) las cosas de las que acusas al nacionalismo catalán, en realidad son tics de la derecha, es decir de CIU. Pero tu, confundiendo CIU con Catalunya entera, metes en ese saco a todos, izquierda inclusive, cuando resulta que ICV, EUiA i PSC son, precisamente, los partidos que más se oponen a este modelo de nacionalismo excluyente, optando por un catalanismo cosmopolita e integrador.

    Claro, pero eso «no vende». Mejor vivir en un imaginario y diaolico mundo maniqueista de nacionalismos totalitarios enfrentados entre si, que solo existe en tus fanatsias onanísticas.

    • Me habia apostado 20 euros a que el primer airado sería un nacionalista catalán. No las tenía todas conmigo porque no hay muchos nacionalistas en mi timeline, pero gané… Es así, está tan arraigado que cualquier crítica al mismo es una enmienda a la totalidad (analfabetismo, churras y merinas, onanismo…). El nacionalismo no es el cajón de sastre de todo lo que no me gusta. Es la explicación sencilla con la que se justifican todas esas cosas que no me gustan. En todos y cada uno de los links el nacionalismo es la excusa, la explicacion que se ofrece para esas cosas «que no me gustan». En todos menos en el tuyo, porque, precisamente es el que uso de contrapunto a la teoría nacionalista de que la culpa de los peajes es de España.

      Aunque será dificil que me comprendas, voy a intentar a hacer un post conciliador, a ver si matizo alguna de las cosas que dices con tanto respeto. Lo primero es que no se en qué enlaces has hecho click…porque en esa frase en la que digo que la izquierda es racista hay 3 links a ERC de Catalunya: Heribert Barrera hablando de inmigrantes (incluido en un articulo de Vargas-Llosa), Puigcercós diciendo que en Andalucia no paga impuestos ni dios y ERC ayudando con su voto en contra a que la derecha tenga que dar explicaciones por, ojo a dato, no perjudicar las negociaciones del pacto fiscal.

      Pero bien, es cierto, ERC no es toda la izquierda…El post, como puedes comprender no puede entrar en todos los matices de cada partido y de la situación política catalana. Yo estoy hablando del nacionalismo catalán, pero en Cataluña tambien hay nacionalismo español, hay izquierda internacionalista, hay derecha nacionalista, derecha no nacionalista, derecha nacionalista catalana, española….en fin, matices. El problema es que la izquierda mayoritaria asume con asombrosa facilidad los supuestos del nacionalismo en general y, en algunos casos, los supuestos clasistas y racistas de la derecha. Seguramente tú no seas racista y clasista, y me parece muy loable que milites en Unitat contra el Feixisme i el Racisme, pero tambien he de decir que en muchas ocasiones, cosas que pasan como simples reivindicaciones economicas son actos completamente clasistas y eso en Cataluña no se ve así. Incluso se aplaude enérgicamente. Todo el mundo tiene claro que decir «los musulmanes/chinos/gitanos/negros no pagan impuestos o nos quitan los puestos de trabajo» es racismo y seguramente en ese tipo de xenofobia se centra tu asociación (luchar contra PxC, etcetera). Cuando se dice, con frecuencia inusitada, «los andaluces no pagan impuestos», eso no es xenofobia, eso es una verdad como un templo. I tant!

      Los links eran todos de ERC, seguramente por ser la izquierda mas clasista dentro de las izquierdas catalanas. Tambien es la segunda mas mayoritaria. Pero los otros no están libres tampoco. Primero porque todos gobernaron juntos y la política nacionalista era un eje fundamental. Un eje mucho mas fundamental que las politicas de izquierdas. De hecho, cuando hablo de la ineptitud negociadora y salir a la calle es el tripartit el que aprueba el Estatut y luego el PSC (y el resto del tripartit), para tapar su incapacidad presionando a su matriz, saca a la gente a la calle contra el Tribunal Constitucional. Pero bueno, cuando hablo de internacionalismo, hablo de conciencia de clase transnacional… Y de eso ICV tambien tiene que callar… Da igual que no se incluyan reivindicaciones de izquierdas, el pacto fiscal no se veta. El pacto fiscal es, básicamente, redistribuir al revés. Osea, clasismo. Pero tambien encontramos en ICV las explicaciones simples sobre el «expolio fiscal». Vamos a suponer que en ICV no haya el racismo y clasismo explícitos de ERC, el defender la redistribución de la riqueza siempre que sea dentro de nuestro territorio, convengamos que es un poco raro como mensaje internacionalista, que es el que se le supone a la izquierda…Lo mismo es válido para el PSC, siempre que aceptemos incluirlo en la izquierda tradicional, cosa que me da un poco de repelús, ya que mi comparación de las izquierdas es la de Izquierda Unida o Equo con sus sustitutos catalanes. O, si queremos ir mas allá, lo que defiende Syriza y lo que defienden ERC e ICV se parecen en algunas cosas pero no, en absoluto, en lo fundamental de la izquierda, la economia en tanto en cuanto esos dos partidos lo solicitan para el territorio catalán en exclusiva (y si no es así no entiendo la postura del pacto fiscal). Cuando menos, raro. Un huevo a una castaña. Nada que ver.

      Osea, vamos a aceptar que el modelo EUiA/ICV/PSC sea un modelo «integrador», que no lo acabo de ver por ningun lado…el discurso es un discurso nacionalista tradicional, quizá sin todos los tics xenofobos de la derecha y de ERC que, de ninguna manera, puede considerarse internacionalista y «de clase». En todo caso «de territorio». Nacionalismo cosmopolita, es la contradicción mas absoluta… Yo hablo de reivindicar cosas concretas, sea el idioma o, incluso la financiacion, pero no usar la identidad para reivindicarlas, sino la razón. Porque cuando se usa la identidad es fácil explicar las cosas con amigos y enemigos dependiendo de dónde está la linea y quién defina esa identidad…

      De todas formas, gracias por el comentario a pesar de lo del analfabetismo. Y gracias por los 20 euros.

      • Vamos a ver:
        1.- Efectivamente no te he citado a ERC, ya que en su interior conviven progresssitas con ultranacionalistas racistas. Pero esto no tiene nada que ver con ICV, EUiA y PSC.

        2.- Yo no he hablado de nacionalismo cosmopolita, sinó de catalanismo, entendiendo Catalunya como una tierra de acogida y el catalán como una lengüa de integración, como és y ha sido en los últimos 30 años.

        3.- El pacto fiscal és, simplemente una necesidad de urgéncia que tiene la generalitat de mejorar su financiación con tal de no quebrar, ya que tiene un déficit con el estado superior al del resto de comunidades juntas. Yo defiendo la solidaridad interterritorial, por eso espero que el resto de territórios del estado sepan ser solidarios con nosotros y no espern que el estado del bienestar quiebre (ojo, sin dejar de tener en cuanta la mala gestión de CIU que hay detrás, que también)

        • Bien, vamos aproximandonos… sin embargo seguimos lejos…

          – En ERC no se cuántas familias conviven. Sólo se lo que varios de sus dirigentes dicen. Y esos dirigentes, que son escogidos en asambleas, parece que tienen clara una linea que para nada puede considerarse de izquierdas.
          – Yo no se exactamente en qué consisten todos esos matices de soberanista, catalanista, independentista…en cualquier caso en el programa electoral de la página 212 en adelante a mi me queda claro cual es el argumento que se esgrime para reivindicar derechos…la identidad. Y eso enlaza con el último punto
          – Yo no digo que no se pueda reivindicar el pacto fiscal, mejoras en las carreteras, abolir los toros, cambios en política lingüistica. Yo no entro a discutir cada reivindicación concreta. Yo sólo digo que para ganar adhesiones a una cuestión política concreta es muy peligroso utilizar la identidad. Aparte de inútil. Es como defender mi articulo de neurociencia porque soy del mismo pais que Ramon y Cajal. Identidad sustituye argumentos.

          Y para acabar…siendo así, si no se utilizara la identidad y se asociara la reivindicación a un territorio en lugar de a unos argumentos, para reivindicar privilegios fiscales las izquierdas catalanas lo ibais a tener muy dificil para argumentar eso atendiendo al ecologismo, la clase social desfavorecida o el internacionalismo. La solidaridad, si se ha de producir, seguramente se mostrará en forma de rescate de la misma manera que sucede en otras CA. Pero de ahí a que eso sea merecido por el hecho de tener una lengua y cultura propias yo no acabo de ver el nexo.

      • Estoy de acuerdo contigo en casi todo. Vivo en Catalunya (lo digo para que no te sientas tan seguro en adelante en tus apuestas 🙂 ) . Y soy de izquierdas, lo que no entiendo es como concilias tu la subordinación de ICV al pacto i en general, al marco ideológico que marca la derecha, con su condición, que no pareces poner en duda, de izquierdas. No es que me considere purista. De hecho, tener conceptos de las tendencias políticas rigurosos, lo considero una necesidad conceptual, no una convicción de carácter personal. Para equilibrar esa afirmación que puede sonar a demasiado maximalista, podría añadir que el vacío que deja el internacionalismo (se ha visto muy claro con el Nosotros no somos Grecia), también sucede, en general, en el resto de Europa. A pesar de los intentos de IU para señalarse a si misma como un partido afín o análogo a Syriza, las diferencias, ahí están: brillando por su ausencia. Pero te admito que no son ni muchísimo menos, del mismo carácter. Es un buen post el que has hecho, pero, en mi opinión te has quedado incluso corto con el caso catalán. Pero aún más con el español.

  4. Hubiera estado bién añadir un factor muy importante: la situación de crisis económica/social, en el auge de los nacionalismos.
    En sengundo lugar, respecto al tema de reproducir las estructuras administrativas en el imaginario ideológico (lo que has llamado justificación del status) también viene acompañado, complementariamente, cuando no existen esas estructuras, con la clásica idolatría del estado (lo llamo idolatría a falta de un término más neutro), en los territorios donde hay nacionalismo secesionista, es decir donde se quieren crear esas estructuras administrativas.

    • Hola Pepe,

      Ambos comentarios son muy interesantes. Permíteme que te conteste aquí a ambos.

      Respecto al primer punto que tocas, que es el papel de los nacionalismos o, mejor dicho, su auge, durante la crisis, es lo que quería poner de manifiesto cuando hablo del toque de «arrebato». El toque de arrebato es el toque cuando hay una catástrofe y que reune al pueblo en torno al campanario de la iglesia. Efectivamente, este momento, y por eso me decidí a escribir es especialmente delicado. Pero no sólo aquí. En toda Europa crecen los enanos… en Grecia hemos visto a la ultraderecha, tambien en Francia, Alemania está mas antieuropea que nunca, los euroescépticos crecen en Inglaterra, Finlandia lo mismo, tanto Rumania como Hungria han elegido a presidentes reprobables en cuanto a su nacionalismo…Osea, tienes toda la razón.

      Respecto a las izquierdas catalanas… efectivamente, siendo rigurosos, bajo cualquier prisma que no fuera al que estamos acostumbrados en España, las reivindicaciones de determinados partidos son sólo parcialmente de izquierdas. Es lo que pretendo transmitir en la respuesta al Arqueóleg. Si eliminamos la posibilidad de argumentar con la identidad, porque no es un argumento de la razón en un debate económico, ¿bajo quñe característica de la izquierda se justifica el pacto fiscal que proponen, por cierto, junto a PSC, ERC, y CiU? Bajo ninguna circunstancia… la treta sólo es válida si se permite el uso de la identidad en la ecuación. Es justo porque somos catalanes. No… será justo por razones económicas o sociales pero no por ser catalanes. Si se pagan mas impuestos como territorio es, ni mas ni menos, porque en ese territorio hay mas ricos. Y si lo que quieren las izquierdas es hacerles el baile a esos ricos, perfecto. Pero entonces que no se llamen de izquierdas.

      Respecto a que me quedé corto… es verdad. En los últimos dias me decidí a escribir porque se me acumulaba el material al respecto del nacionalismo catalán y español, pero más del primero… sin embargo hoy los diarios me han dado mas material que me he dedicado a retuitear. Desde Gonzalez Pons hablando de un complot a la carta de Pedro Jota echándole la culpa a Alemania, junto con Rubalcaba haciendo de palmero al respecto del BCE y, para acabar, Tomas Roncero, usando a Alonso para insultar a Merkel… digamos que no tenia tantos enlaces pero una de las cosas que pretendo dejar clara es que todos esos identitarismos son igual de dañinos, por mas que unos sean mas explícitos que otros.

      A ese respecto hay una cosa que me hace mucha gracia… que es el ejemplo del deporte… si ellos son tan buenos y son españoles es porque todos los españoles somos buenos. Que sería lo mismo que decir que si en EEUU tienen tantos premios Nobel todos los habitantes del Bronx deben ser unos genios. Es así de simplificante y así de perverso… pero bueno, me temo que muy muy muy dificil de erradicar….

  5. Pensaba cuando escribí el último comentario en términos exactamente iguales a los de tu conclusión, con el «muy muy muy difícil». No puedo estar más de acuerdo. Siempre se cita el caso del movimiento obrero durante la primera guerra mundial, ese antes y después que logró una propaganda increiblemente hostil tanto en Alemania como en Francia (los Maurras, etc.., etc…). No conozco ninguna técnica realmente efectiva, profiláctic… contra el totus revolutus de un discurso banal y eliminador de la realidad, y sus conflictos internos reales. Por eso creo que lo peor es contribuir a él empezando por atacar el discurso en sus conclusiones, en vez de en sus presupuestos. Es decir, estar hablando del pacto fiscal ahora. Ese es un logro increible del nacionalismo, y en muy poco espacio de tiempo, frente a la evidencia de los conflictos de intereses reales , y reconfiguración de las clases, que se esta dando ahora. Si lo piensas es pasmoso. Por todo lo demás que dices, pues ya estaba convencido de antes, pero si, otra vez de acuerdo. PD: Ayer salía un artículo de Yanis Varoufakis en Sin Permiso me hizo pensar en eso de las estrategias. Y mi conclusión, otra vez: su método analítico, sus presupuestos, incluso el objeto particular de sus críticas al criticar el fenómeno ‘nacional’ en general, me dieron una idea clara entre la diferencia entre una actitud consecuente, la suya, y el nadar en la propia salsa, lo de aquí.

  6. El nacionalismo es una forma de religión, con sus propias leyes, mitos, leyendas y aún su propia literatura folklórica.

    La única diferencia relativa entre las religiones y el nacionalismo es la separación histórica de competencias de la iglesia y el estado, donde el estado se comenzó a reservar ciertos «derechos de distribución» geográfica en base a la liberalización del comercio y la subsecuente multiculturaidad de los territorios controlados, especialmente a partir del descumbrimiento, construcción y desarrollo de las Américas.

    Por lo demás, el estado neoliberal promedio actual va camino a una medievalización, un repliegue y una involución hacia lo teológico, ante la imposibilidad de poder explicar nada con asidero en el mundo real.

    El poder global hace tiempo que no tiene lealtades geográficas de ningún tipo, y el estado nacional se ha quedado solo,
    El estado nacional es un acto de magia con una caja de cartón blando donde desaparecen los ahorros, una caja muy hueca, con millones de nacionalistas enojados por el timo sin entender bien qué es lo que ocurre, pidiendo enfurecidamente que le devuelvan el dinero.

    Otro dios más que les falla y les deja a la deriva.

    • Excelente comentario Horacio…

      Cuando empecé a pensar en escribir sobre el nacionalismo quería incluirlo en un post más genérico que incluyera todos los «mitos», todas las explicaciones de la realidad no basadas en la razón… Obviamente estaban las religiones entre los mitos (tambien las magufadas…). Luego pensé que el esfuerzo era demasiado grande y que me iba a ir por las ramas. Quise hacerlo más pegado a la tierra. Más sobre explicaciones concretas de cómo determinados personajes, parasitan impunes arropados por la identidad.
      Y, cómo muy bien señalas, una de las cosas en las que me hubiera gustado poner hincapie es en los rituales… Siempre me llamó la atención el fervor con que cantan el himno los ciudadanos de paises en cuyo himno hay letra. Me recordaba al recitar el padre nuestro en la iglesia a la que tanto acudí de niño… Pero ese mismo fervor lo veo en algunos al cantar la internacional y, por supuesto, con «Els segadors» cada 11 de Septiembre, aniversario de la toma de Barcelona por los Borbones a pesar de la resistencia del pro-austria y españolazo, Rafael Casanova, a quien se homenajea. Osea en toda adhesión a un corpus con sus mandamientos, sus libros sagrados, sus redentores y sus oraciones….En todas aquellas manifestaciones en las que la adhesion dogmática al mito sustituye a la adhesion crítica y razonada.

      De hecho, como bien dices, hubo momentos en la historia donde la religión era una más en la competición. En la misma competición por los mismos recursos sociales y económicos. Hasta el punto de que, cuando algunos oligarcas locales se cansaron, se volvieron iconoclastas o pusieron al rey al frente y montaron iglesias paralelas. Obviamente por razones muchisimo más lucrativas que la iconoclastia.

      Y, ya para acabar…me encanta tu última frase… porque alguno de los posts siguientes de la serie irá dirigido a «El Estado». A «El Estado nacional» obviamente. Ese dios, padre, todopoderoso, que nos está fallando últimamente…

      De nuevo, gracias por el comentario y encantado de recibir aportaciones.

  7. Por cierto… una cosa que pensé ayer tambien, y que me dio que pensar es que, en España los nacionalismos se critican unos a otros. Tratan de contrarrestarse, de atacarse, de ganar terreno… Sin embargo en paises como EEUU el nacionalismo no tiene rival ni se le espera. La ciudadanía asume la americanía como algo natural, como el comer. No existe crítica alguna al concepto nacionalismo. Puede existir crítica al Estado, a las religiones…pero no al nacionalismo, no hay movimientos al respecto en un pais que se caracteriza por la significación de sus ciudadanos en la política en general. Y eso, apostaría, pasa en todos aquellos paises en los que el nacionalismo hegemómico es el estatal.

    Entonces pensé… igual desde «España» podemos hacer algo por la argumentación anti-nacionalista de la política, ya que estamosa costumbrados a argumentar en contra de «el otro nacionalismo»… O igual es peor…

  8. Digamos que estoy globalmente de acuerdo, más o menos. Pero a mi juicio se equivoca usted en una cosa: «Por suerte eso, aunque flota en el ambiente de cualquier conversación política eso no influye en las relaciones personales, sólo en las relaciones con la administración y en el discurso oficial.» No, no, no…influye y mucho. Muchísimo. El ambiente social en Cataluña es irrespirable y las relaciones personales de muy baja calidad por eso, precisamente por lo que afecta el fanatismo racista-clasista-catetista que es el nacionalismo. Afortunadamente yo pude escapar e irme a vivir a otra parte. Se lo recomiendo a cualquiera.

    • Yo, sinceramente, no tengo esa sensación y viví 7 años allí y, probablemente allí volveré. SI que es cierto que en las conversaciones políticas determinados temas escuecen, pero si se tratan desde al perspectiva adecuada, con gente madura y con sentido crítico, la sangre no llega nunca al rio. Si que hay gente con la que para mí sería imposible entablar una relación de confianza y respeto exclusivamente por su ideología. Pero eso, estoy seguro, me pasaría con similar frecuencia en Madrid, Extremadura o en New Haven, donde vivo ahora. Asi que eso no me preocupa como para emigrar.
      Gracias por el comentario.

      • No, no es lo mismo. Tampoco es fácil de detectar desde fuera porque un foráneo de cierto nivel recibe un trato de «visita», de ninguna manera, jamás, nunca, de ciudadano en plano de igualdad. Un trabajador de bajo nivel o un descendiente de español nunca recibirá ese mismo trato. Nunca, jamás, de ninguna manera. A no ser que agache la cabeza y se convierta en nacionalista extremo y culé forofo, en cuyo caso es posible que le lleguen a invitar a entrar por la puerta de servicio. Es posible, quizá.

        • Yo he estado trabajando 7 años en Barcelona e, insisto, no me he sentido así en absoluto. Y he discrepado con ellos. Lo que no se puede hacer es una enmienda a la totalidad o rechazar a priori algunas de sus características, como no esforzarse en hablar catalán o exigir castellano a la primera de cambio. En Barcelona los nacionalistas extremos son minoria, se puede discrepar razonablemente al respecto de algunas políticas nacionalistas y hay gente que anima al Espanyol de Barcelona sin problemas.
          Para mí no es igual de acogedor para el foráneo Madrid que Barcelona, pero tampoco New Haven es Barcelona y el problema aquí no es el nacionalismo. He de decir que no he tenido que llevar a los niños a la escuela y quizá eso sea importante a la hora de medir cómo de «integrador» es el sistema pero, como digo, en siete años mi queja es fundamentalmente contra las instituciones. Gente que no me interesa la he encontrado en muchas partes…eso no cuenta.

  9. Pero ¿Cómo puedes decir que la izquierda catalana no es nacionalista si apoya la persecución del castellano en los patios de las escuelas y las multas a los comercios por rotular en castellano? Tu actitud personal puede ser la que sea, pero la izquierda catalana ha demostrado ser tan nazionalieta como la derecha

  10. En Cataluña, sociológicamente, no existe la izquierda. El concepto mismo de lo que es la izquierda es inconcebible. No existe el respeto al prójimo, a su derecho a la elección, su derecho a no ser uno más de la manada y a tener sus propia ideas y sus propios egoísmos y sus propias solidaridades. ERC siempre ha sido un partido de ultraderecha, etnicista, elitista y tradicionalista. El PSC suspuso la llegada de la izquierda en los años 80 hasta que la propia dinámica social catalana lo convirtió en otro nido de derechones. La cultura catalana que ha quedado desde entonces no es más que el cultivo de la catetez como forma obligatoria de no-pensamiento. Lo malo no es eso, ojalá de ahí pudiéramos sacar los demás la independencia de España, lo malo es el dominio absoluto de los medios de comunicación y de producción que arrastra a todo el país al mismo marasmo que antes sólo se vivía allí y ahora lo contamina todo.

    • Si a todo… pero para mí eso es muy marcado en lo institucional y no tanto o, al menos en Barcelona, no mayoritariamente, en las relaciones personales. Por eso hago la distinción.

  11. Las relaciones personales están podridas en cualquier ambiente en el que primero hay que ser «algo» y sólo después y en ese marco se contempla ser «alguien». Da igual si tienes que ser un fiel musulmám, un auténtico vasco, un verdadero cristiano, un patriota fetén. Religión y nacionalismo son idénticos en su forma de joder las relaciones personales. Y no tiene nada que ver la libertad individual que se respira en otras partes de España con el olorcillo a «forma obligatoria de ser aceptable con su lista cerrada de creencias, gustos y opiniones que se deben seguir» que hay en Barcelona. No he vivido en otras partes de Cataluña, aunque tengo una cuñada y unos sobrinos en Vic de los condenados a ser infelices por plegarse a ser lo que los demás quieren que sean a cambio de casi (jamás del todo) hacerse perdonar su (según ellos) despreciable origen andaluz.

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