Acaban de convocarse elecciones para el otoño. Tres cuartas partes de país de vacaciones. De la otra cuarta parte, la mitad trabaja, la otra mitad no puede. Ni trabajar ni ir de vacaciones. De los que trabajan, unos cuantos se dedican a reventar las primas de riesgo y a alimentar la crisis de deuda. Otros cuantos se dedican a pegar palos bajo mando de R, de Represor. El resto está dando ejemplo…

Por un lado resistiendo los envites, uno tras otro, de una policía en perfecta formación atacando a oleadas, y valientes como ninguno para agredir de diez en diez a periodistas que lo único que hacen es levantar las manos. «Los violentos, sois vosotros». Merece la pena tener presentes los tics, de otro tiempo, otro color, de algunas divisiones policiales. Qué pasaría cuando no existía youtube (a partir del minuto 8:30, para los vagos):

Por otro lado, resistiendo a la violencia del lenguaje que, no sólo no sirve para comunicarse, sino para pre-determinar políticas, para ahondar en falacias y configurar el curso del pensamiento. Algunos le tienen miedo a Google, que, menudo descubrimiento, moldea nuestro cerebro. Tendrían que tener miedo al lenguaje, al discurso, a la retórica… Tendrían que tener miedo de los intermediarios que llaman a las manifestaciones pacificas «terrorismo». Tendrían que tener miedo del sofisma, del uso interesado del lenguaje, de las analogías maniqueas, de las metáforas, de los que piden propuestas (para tener carnaza) y no sólo indignación, como si, en palabras de Minchinela, para llamar al seguro cuando tienes una gotera tuvieras que saber arreglarla tu mismo, cuando pagas hasta un 42% de tu dinero por ese servicio… tendrían que tener miedo de aquellos que «resignifican las palabras para apuntalar la distracción y el engaño». Tendrían que tener miedo a los que nos salvaron y a los que debemos nuestra ¿libertad?, los de la transición-hasta-ahora-via-libre-viento-en-popa-porque-el-que-había-antes-sí-era-malo. Tendrían que tener miedo al búnker. En seis minutos de conversación queda todo claro:

O en 16, mas estructuradamente…

Quedan también entre los que no están de vacaciones aquellos que aprovechan el paseo en barco por Menorca para recortar aquí y allá en derechos adquiridos. De nuevo las palabras… la crisis: irremediable, condicionadora, marco y excusa para privatizar hospitales manteniendo ocho televisiones, recortar en educación y en impuestos para los ricos, echar gente a la calle notándose o, peor, echar a mucha mas gente a la calle pero sin que se note, rotando el despido, sacando el manual de ingeniería de apaciguamiento. Y todos, pasando la mano por la frente, como queriendo decir «de la que nos hemos librado» cuando, realmente, han hecho lo que querían, pero ordenada, secuencial y disimuladamente. Despidos sutiles…

Quedan, porque siempre están, los que trabajan por dar sentido a todo esto. Los de contra viento y marea. Porque, de indignados que estamos, quizá perdamos la perspectiva. Quien salió adelante de otras maneras para decírnoslo y para indicar dónde y cómo hay que hacer presión. Quedan los que nos zarandean, ¡mirad, necios, ese es el camino!. Y quedan los que tienen un plan, en un año, en tres fases. Los que, a pesar de detener a «sus cúpulas«, tienen 60000 usuarios registrados en el foro. Comenzaremos la fase 1 – Spread the message:

Se puede decir, vamos, que en Agosto, quedan por la red (ahora mismo, el mundo) y, considerando que el merecedor inicial del apelativo crece al 0.2% en plena temporada de verano, los verdaderos brotes verdes de este país. Brotan en Agosto los que se sembraron en Marzo y, en Otoño, antes del 20-N, florecerán en todo su esplendor. Los brotes verdes son los que les dirán a los marchitos que se aparten. De una vez, fuera, largo.

Nos quedan los brotes verdes y lo bonita que está Barcelona llena de guiris…qué paz… qué descanso de ideología…qué descanso de discurso. Qué descanso de impostura e hipocresía. Qué descanso de xenofobia y estupidez. Que descanso de políticos, si no fuera porque desde el barco menorquín…

 

ACTUALIZACION

Se me olvidaba…tampoco se han ido del todo los legisladores… todavía, antes del veraneo, cambiarán una ley que les pedimos que cambiaran. Pero al revés…