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Oteando ideas, actitudes y comportamientos

Me voy de Facebook

Aunque prefiero no hacer cálculos sobre el tiempo que he pasado en él eso no quiere decir que no me haya reído ni me haya servido para encontrar a gente que hacía tiempo que no veía, pero ya está. Se acabó. Me resistí a entrar pero luego me quedé atrapado. Y me doy cuenta que le doy un uso excesivo para lo que me aporta. Osea que me voy. Me voy de facebook. Y no es un arrebato, es, mas bien, todo lo contrario:

Porque lo uso para cosas que a algunos de mis «amigos» incomodan, a otros fastidian, a otros indignan, a la mayoría dejan indiferente pero saturan su muro y a unos pocos agradan y les hacen interactuar. A esos les enviaré un mail o les referenciaré el blog.

Porque creo que sin Facebook llamaré a mi hermano y a mis prim@s más veces. Hablaré mas frecuentemente con L@s Lom@s y los de Oviedo. Les enviaré mas emails a los de Hontoria y Morella para enterarme de cómo van sus vidas. Subiré mas veces al 6º 2ª, quedaré más con los del hospital… Y si no es así es porque no ha de ser así, porque he superado con creces el tamaño óptimo de mi comunidad real y porque, por mas que me agarre con nostalgia a según qué cosas, no hará que vuelvan tal y como eran antes. Aquello que me gusta repetir de «al lugar dónde fuiste feliz no debieras tratar de volver«.

Porque Facebook es el peor lugar del mundo para tener una conversación comprometida, social o personalmente. Tiene una estructura que penaliza el diálogo y fomenta lo audiovisual (lo contrario de lo que pasa con mis amigos cuando tomo una cerveza). Porque de los 271 amigos, quizá no lleguen a 10 los que leen los enlaces que pongo. Y, aunque me de igual, casi prefiero no ponerlos y guardarlos en mi pequeña caverna aislados, como diario de adolescente.

Porque cuando tengo una conversación en un tono o tema que concuerda sólo con uno de mis diferentes perfiles públicos, a los pertenecientes a otros ámbitos de mi vida, les parece que no soy yo. O que me volví gilipollas. O es motivo de mofa. Y, de nuevo, me da igual, pero prefiero seguir teniendo algunas conversaciones en tono y ánimo cómplice con aquél que esté en el mismo modo en el mismo momento.

Porque hay gente que no usa Facebook e interactúo digitalmente más con ella que con la mayoria de mis amigos de Facebook. Este es el argumento que más ha pesado para que finalmente tomara la decisión.

Porque ya no me hacen gracia las «Señoras que…» o los «Yo tambien…»

Pero hay razones igual de personales pero no tan exclusivamente mías:

  • Porque, aunque no soy precisamente un defensor de la privacidad, no tengo nada que ocultar y creo que el futuro pasa por la transparencia institucional y privada (lo cual acabará necesariamente con las sociedades y personas hipócritas), creo que hay cosas relacionadas con nuestros datos que faltan en las cláusulas de ingreso en Facebook y, por tanto, lo considero un fraude.
  • Porque primero cierran determinadas páginas y eventos (nunca es la página de, pongamos, el PSOE o Coca Cola) y luego investigan la pertinencia del cierre.
  • Porque Facebook es una de las piezas clave de la re-centralización de la red y, por tanto, de la (casi) desaparición de la cultura bloguera y de los foros (ay MedOviedo!), de la sustitución del debate y la interacción por la adhesión bajando dos peldaños en la pirámide del compromiso.
  • Porque, aunque parezca banal, el que sólo exista botón de «Me gusta» es muy significativo… no hay espacio para discrepar activamente (en Facebook la mayor desaprobación posible a un comentario, foto o enlace es la indiferencia).
  • Porque, entendiendo que quizá haya que dar un canal abierto a la «cultura de la adhesión«, prefiero que sea, cuando lleguen, a través de Prisma o Diáspora.

En definitiva que, aunque mi yo tecnoadicto me pide seguir en Facebook, todos mis argumentos me llevan a mandarlo a la mierda. Ahora veremos si lo consigo, ya que no parece tan fácil…

Lo dicho, nos vemos en el trabajo, bar, blog, teléfono, email y, si no, hasta siempre «amigos».

8 Comentarios

  1. Muy bueno Luis! Aunque si te quedas en Facebook, nada de todo lo que dices que debería cambiar, ha de cambiar por irte de Facebook (a nivel personal), sino más bien por lo que hagas o dejes de hacer. Pero si te sientes más cómodo cerrándolo, adelante!
    Un abrazo!

  2. En eso tienes razon, pero precisamente por eso, porque lo que haga fuera será independiente de lo que pase en Facebook y solo tengo una vida y me gusta mas la real que la virtual, prefiero tener mas tiempo para hacer lo que tenga que hacer en la vida real independientemente de que no el irme de Facebook no la cambie sustancialmente.
    Un abrazo crack.

  3. llevo una semana fuera de facebook, tambien lo cerré por lo mismo que tu explicas, quiero volver a tener de nuevo mi vida social fuera de la virtual, y me identifico totalmente contigo.
    Me ha servido de mucho tu explicacion.

  4. Gracias Ana, la verdad es que transcurrido ya un tiempo fuera de Facebook, no solo no lo echo en falta sino que tengo la sensación de hacer cosas mucho mas útiles. Espero que te pase lo mismo.

    Un saludo

  5. …todo esta dicho aqui, te felicito, de hecho estoy a unos días de hacer lo exacto…feliz retorno a la «realidad»….

  6. ME ENCANTA, ARE LO MISMO

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