Vale que se hayan pasado, pero la respuesta apropiada a un trabajador que se rebela es el despido, la suspensión de empleo y sueldo, la demanda… ¿En serio hay que proclamar el estado de alarma?. ¿Penas de cárcel por sedición, que curiosamente es de lo que acusan,tambien, a Assange?. Yo creo que esto va mas allá y es una muestra más de «la descomposición» de los estados nacionales. Hoy se ha abierto la veda de la excepción, ya sólo hay un pequeño paso para generalizarla a otros ciudadanos, si los intereses de las redes clientelares están en peligro. Wikileaks, ataque al euro, crisis, controladores… las excusas empiezan a acumularse y mañana serán los parados, los jubilados o los estudiantes. Aunque hoy parezca que luchamos contra los controladores lo que hemos visto es la verdadera cara del Leviatán del que hablábamos ayer. Y hay que decidir si estamos del lado de los controladores o del otro lado. Aunque los echaría a todos de sus trabajos, claramente, de parte de los controladores.